Tirar de hemeroteca en asuntos como la conexión de Sierra Boyera con los pantanos de La Colada o Puente Nuevo es algo imprescindible para entender los entresijos de un problema que se agrava con el paso de las horas y que amenaza a 79.000 cordobeses a quedarse sin agua a partir de octubre.
En mayo, la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía anunció, durante una reunión que el final de las obras de conexión entre La Colada y Sierra Boyera se estima para 2024, una infraestructura de 750 metros de canalizaciones que solventaría las restricciones previstas para otoño en Los Pedroches y el Valle del Guadiato. Meses antes, concretamente en febrero de 2022, la consejera de Agricultura de la Junta - hoy en funciones -, Carmen Crespo, dijo que iría "pronto" a Los Pedroches para presentar el proyecto que hoy se encuentra en la fase final de actualización de la redacción del mismo, "pero estos proyectos no se hacen de la noche a la mañana, dijo en una visita a los trabajos en los Sotos de la Albolafia.
Desde entonces una campaña electoral de por medio y un encuentro celebrado esta semana entre la Junta de Andalucía, la Diputación de Córdoba y alcaldes del Guadiato y Los Pedroches.
A ese encuentro estaba convocada la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, pero nadie acudió en representación del organismo responsable de la gestión del agua en la cuenca hidrográfica de dicho río y que dio por hecho en febrero de este año que la conexión del pantano de Sierra Boyera con el de Puente Nuevo se ejecutaría con cargo a las obras de urgencia a desarrollar mediante el decreto de sequía que estaba elaborando el Gobierno central para paliar los efectos de la falta de lluvias.