Lamentable, ridículo y sin precedentes. El Cádiz sufrió uno de los peores ¿errores? que se recuerdan del VAR en la liga española.
Ezequiel Ponce, el autor del empate en el duelo frente al Elche, comenzó la jugada en posición clara de fuera de juego. Su influencia no sólo fue marcar, sino que tocó el balón al inicio de dicha jugada.
¿¿¿PERO ESTO QUÉ ES???
— Fran Martínez (@LaLigaenDirecto) January 16, 2023
¡¡¡ERROR GRAVÍSIMO DEL VAR!!!
Hay un CLARÍSIMO fuera de juego en el gol del Elche al Cádiz. pic.twitter.com/dSNDx4cRti
Hay fueras de juego que apenas aportan ventaja al infractor, no siendo este uno de ellos. El caso es que o se revisan todos o no se revisa ninguno, el VAR no puede ser a la carta.
? El catastrófico ERROR del VAR en el gol del Elche.
— Archivo VAR (@ArchivoVAR) January 16, 2023
Ponce se encuentra en FUERA DE JUEGO en el inicio de la acción. ❌
Iglesias Villanueva, como no, en el VAR, se tragó la posición incorrecta y dio luz verde al gol. pic.twitter.com/rQk4hgKfQO
Es cierto que el Cádiz estaba realizando una muy mala segunda parte. Desarbolado por el colista, el equipo de Sergio González se había venido abajo tras su gran comienzo con un gol tempranero. Pero, pese a su mal juego, aguantaba tres puntos de oro hasta que llegó la tremenda pifia de Iglesias Villanueva en la Sala VAR.
En el campo pasó algo desapercibida, pero es imperdonable que el VAR no haga su trabajo. Hay jugadas que son muy interpretables, pero otras, como esta, no. Un fuera de juego se comprueba trazando líneas y el árbitro encargado de ello tiene a su alcance todas las herramientas posibles. Pero no se revisó ¿Por qué? ¿despiste? ¿mala fe? Quiero pensar en el primer motivo, es más fácil creer en una negligencia que una adulteración voluntaria de la competición.
"He ido a hablar con Del Cerro Grande (árbitro de campo) y, siendo honestos, me ha pedido disculpas... sabe que es un error grave, un error clamoroso que nos priva de tener dos puntos más", explicó Sergio González tras el partido.
Como un auténtico señor habló el entrenador cadista, quejándose con toda la razón del mundo, pero sin caer en el insulto ni dejarse llevar por la ira.
Según parece, el árbitro de VAR revisó que no hubiese falta en el salto de Diarra al inicio de la jugada, pero no la posición de Ponce. Sea como fuese, el Cádiz perdió dos puntos que le habrían catapultado a la 14ª posición de la tabla y hundido al Elche 14 puntos por debajo. Sin embargo, los amarillos han terminado la jornada en puestos de descenso.
¿Habrá castigo para este error? Parece que sí, pero algunas semanas sin arbitrar no son nada en comparación con las consecuencias que esto puede tener para el Cádiz.
? NOTICIA @partidazocope
— El Partidazo de COPE (@partidazocope) January 16, 2023
✖️ El @CTARFEF reconoce el error "imperdonable" en el gol del empate del @elchecf y asegura que va a traer consecuencias para Iglesias Villanueva
? #PartidazoCOPE pic.twitter.com/izFhMt3xjn
Nadie se acordará de esto en la jornada 38. Si el Cádiz ser salva quedará en nada, pero ¿y si no lo consigue por uno o dos puntos? Sería imperdonable, pero claro, si esto no le ocurre a uno de los dos grandes no le importa a nadie más que al equipo perjudicado.
Menos contenido, pero cargado de razón, se mostró el presidente del club, Manuel Vizcaíno, que en declaraciones a la Cadena SER lamentó estar "esperando que nos devuelvan estos dos puntos... a ver si en un chárter de esos que vienen de Arabia, Rubiales nos devuelve esos dos puntos que nos hacen falta para salvarnos".
Según Vizcaíno, que en temporadas pasadas envió dos cartas públicas sobre el VAR al presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, se quejó de que al Cádiz CF "siempre le toca la china", asegurando que hablar con Rubiales sería inútil porque "a él le interesa la Supercopa y el glamour, a los equipos pequeños no les hace ni caso".
El VAR está matando el fútbol. Ya cansa la larga lista de desatinos del sistema, por mucho que saquen pecho su responsables destacando porcentajes de aciertos... porque en el porcentaje de errores se deciden títulos, ascensos, descensos... y eso, con la tecnología al alcance de la mano, es imperdonable.