Además de ejercer como portavoz del actual equipo de Gobierno, Francisco Javier González, es el responsable de áreas municipales tales como Recursos Humanos, “una Delegación muy complicada”, así como Seguridad Ciudadana, Policía Local, Comercio y Movilidad Urbana.
La Diputación está politizada y está perjudicando, a día de hoy, a Vejer. Ojalá dentro de un año pueda decir lo contrario. Ahora mismo la única inversión que ha venido son 113.000 que corresponden a los sueldos de Ortiz y Flor
Cuatro delegaciones y la Portavocía que lleva ejerciendo prácticamente ya nueve meses, ¿qué balance, personal, realiza de estos primeros compases del actual mandato con el PSOE al frente del Ayuntamiento de Vejer?
–Personalmente es un balance ambiguo. Por un lado, es muy ilusionante. Estoy muy contento al estar donde hace años quería estar porque, evidentemente, queríamos gobernar. Pero por otro lado, en estos meses nos estamos dedicando a apagar fuegos sin apenas poder poner en práctica nuestras ideas y nuestro proyecto. En este aspecto, estamos un poco con las manos atadas porque nos hemos encontrado una situación mucho peor que la que se encontró Ortiz cuando accedió hace más de once años. Así que, por un lado, contentos porque vamos a revertir esa situación, pero por otro lado no podemos negar la frustración de no poder todavía emprender las acciones y proyectos con los que nos comprometimos con los ciudadanos.
Cuando habla de apagar fuegos, imagino que se refiere a incendios que pertenecen a anteriores mandatos, por ejemplo la situación económica…
–Efectivamente. Nosotros estimábamos que la deuda iba a ser muy elevada. Nada más entrar llevamos a cabo una exhaustiva auditoría con los técnicos de la Administración Local y vimos que superaba los 17 millones de euros. Y desde entonces nos llegan más facturas, sanciones, la última la del Tribunal de Cuentas, multas de Medio Ambiente de la Junta por obras que no se podían realizar, etc. Es incesante e inquietante porque la deuda cada vez va a más. Pero no es solo la deuda porque nos hemos encontrado un Personal Municipal exhausto, sobre explotado, extenuado. En Recursos Humanos el personal laboral está con la lengua fuera, faltan trabajadores en casi todas las áreas. Vejer se ha convertido en una localidad que ofrece mucho ocio y atrae al turista, y eso supone que los trabajadores echen muchas horas extraordinarias para cubrir esa demanda. Eso provoca cansancio y fatiga. Es decir, la situación es muy complicada.
¿Tan grave es lo del Tribunal de Cuentas?
–Lamentablemente es muy grave. Es la primera vez en la historia de nuestro pueblo que el Tribunal de Cuentas se ‘mete’ en Vejer. El Ayuntamiento es un ente serio que debe tener fiscalizada sus cuentas y realizarlas con total transparencia. Pues resulta que desde 2018, este Ayuntamiento, no por culpa de sus técnicos, sino de los políticos que son los que firman los informes, no presentaba sus cuentas a la Cámara de Cuentas. En 2022, la cámara cuando detecta la anomalía, decide fiscalizar al Consistorio y comienza a realizar una Auditoría de todos los departamentos. Así, durante un año audita las cuentas de 2021 y presenta un informe demoledor. Nosotros, ya en el gobierno, presentamos las alegaciones pertinentes y tras ese informe llega una denuncia de la Fiscalía ante el Tribunal de Cuentas (TC), un ente que tiene claro que existen irregularidades en 2021, sobre todo porque el Ayuntamiento se excede en las horas extras que se pagan, por lo que te he comentado antes, que nos convertimos en un pueblo servicio y se ofertan muchas ofertas de cara al turismo y al vecino. Ofertas que para que se lleven a cabo es necesario que los trabajadores municipales echen muchas más horas, en policía, en limpieza, en mantenimiento urbano… Y el TC nos obliga a reducirlas y que se tiene que computar. Y que de no corregirse, nos podrían hasta retener la PIE (Participación en los Ingresos del Estado), algo que esperemos que nunca ocurra. Nosotros ahora, como Ayuntamiento responsable, tenemos que mirar por el futuro del pueblo. Los políticos estamos de paso y no podemos ser unos irresponsables porque condenaríamos al pueblo de Vejer y en mi caso, el día que me vaya, lo quiero hacer con la conciencia muy tranquila. Por eso hay que ser honestos y poner en marcha políticas serias.
¿Se puede aumentar el personal?
–Tenemos un problema con la tasa de reposición, pero podemos externalizar servicios como queremos hacer con los núcleos rurales creando una brigada para dar servicio a esa zona al tiempo que descongestionamos al mantenimiento urbano de aquí. Está presupuestado. Pero claro, eso conlleva contar con una buena capacidad presupuestaria. Y ya anuncio que el actual presupuesto va a ser mucho más restrictivo pero más realistas que los anteriores. El anterior gobierno presupuestaba 21 millones de euros de ingresos que en realidad eran 16 ó 17 millones. Así durante varios años. Nos estábamos haciendo trampas al solitario. En Urbanismo se decía que se iba a recaudar más de tres millones de euros y luego resultaba que se recaudaban 800.000 euros. Ahora vamos a tener una partida de ingresos realistas, es decir, tres o cuatro millones de euros menos, pero no vamos a engañar a nadie. No podemos decir que vamos a ingresar más de lo que realmente ingresamos. Eso se supone tener déficit todos los años. ¿Se pueden externalizar servicios? Sí, pero para ello también hay que tener dinero.
¿Qué te demanda el personal municipal?
–Dos cosas. Poder trabajar mejor y no echar tantas horas. En Mantenimiento Urbano, en Limpieza, en Recursos Humanos me piden más trabajadores. La mayoría no quiere echar más horas, sino calidad de vida y poder realizar bien su labor.
¿Se les paga esas horas extra?
–Sí, sí, por supuesto.
En cuanto a la Policía Local… ¿Hay personal y medios suficientes?
–En primer lugar tengo que decir que Vejer, tocamos madera porque nunca se sabe, es un pueblo seguro. Salvando las incidencias que hay, que son contadas y localizadas como pequeños hurtos o robos de vehículos, es un pueblo muy seguro. Es más, los detenemos, lo ponemos a disposición judicial y en la mayoría de los casos, el juez los pone en la calle porque considera que el delito no es de gravedad. Eso sí, nunca vamos a tener la suficiente seguridad porque toda es poca. Creo que con los medios y personal que tenemos funcionamos bien durante muchas épocas del año, pero luego llega el verano, la playa y nos haría falta más personal.
Claro, en el año hay varios ‘vejeres’… el de noviembre y el de agosto, por ejemplo, que nada tienen que ver…
–Sí, realizamos un gran esfuerzo gracias a que contamos con una plantilla de enormes profesionales liderada por un jefe de la Policía como es Bartolo al que me gustaría agradecer públicamente su compromiso. Aún así, como amante de la seguridad que soy, me encantaría contar con más de los 23 policías que hay en la plantilla actualmente, algunos de ellos en segunda actividad y tal.
¿Y de medios?
–Bueno, estamos dotando a la plantilla con pistolas táser. Cuando llegamos no contaban con emisoras, ya se las hemos conseguido. Y estamos pendientes para dotarles de mejores medios para que se puedan mover por la playa. Eso sí, insisto, los medios nunca serán suficientes y por eso hay que estar siempre tratando de mejorarlos. Y es que junto al verano, también contamos con numerosas pedanías y núcleos rurales que debemos atender. Y aquí quiero lanzar un mensaje de agradecimiento también a la labor que realiza la Guardia Civil y el apoyo que nos presta.
¿En qué situación se encuentra el pago a proveedores?
–Tengo que decir que es una asignatura pendiente pero que poco a poco vamos mejorando en ese aspecto. A día de hoy aún estamos pagando a los proveedores del anterior equipo de Gobierno, había muchos pagos pendientes y sigue habiéndolos. Este año se presupuestan los patinetes de hace tres o cuatro años. Estamos pagando trece o catorce mil euros por el concierto de Karina cuando vino a la Semana del Amor, que está muy bonito lo del amor (risas), pero claro nos lo comemos nosotros. No quiero cargar las tintas contra ellos, pero es que pagamos sus deudas y es así. Lo único que espero es dejar menos deudas cuando nosotros nos vayamos.
Cuando estabais en la oposición denunciabais que había muchos gastos superfluos… ahora ya dentro y con acceso a las cuentas, ¿mantenéis esa acusación?
–Claro que sí. Hablo de gastos que no son prioritarios. La estatua tan bonita que tenemos a la entrada de Vejer, que sí, que es muy bonita, pero igual no era prioritaria y aún no está pagada, por cierto. Los patinetes eléctricos que se puso en marcha con todos los informes negativos de Intervención y Secretaría. El Bus que sacó durante una semana, que lo pintó, que decía que se lo habían regalado y luego lo quitó de en medio. Son gastos innecesarios en algunos casos y no prioritarios en otros.
Otra cosa es si la economía municipal fuese boyante…
–Exactamente. Si la economía va bien, pues perfecto porque además en el caso de la estatua es una obra muy bonita. Pero lo que no podemos es no pagar al trabajador que ha realizado esa obra. Eso no es decente. Así no vale porque el trabajador o el proveedor lo que quiere es cobrar.
El alcalde dijo recientemente que no se había puesto ni una válvula, en relación a las infraestructuras hídricas locales… ¿Tanto es así?
–Hombre, no sé, yo creo que alguna tubería arreglaron durante once años. Pero durante esos años la gestión en relación con el agua no ha podido ser peor. Han recaudado con el canon millones de euros y no han invertido un duro. Es una tasa y como tal debe reinvertirse en el propio servicio. El ciudadano lo puede ver, hemos estado un año sin recaudar el recibo porque no había ni una persona para leer los contadores. Y si no se abonaba, Diputación podía quitarnos el dinero de recaudación con el que se puede pagar las nóminas. Es que está todo cogido con pinzas. Por eso me entristece contar con una oposición que no solo no ha asumido el resultado electoral, sino que tampoco entona el mea culpa en cuestiones muy evidentes. No digo que nos ayude, sabemos que no, pero por lo menos que reduzca la crispación que solo conlleva la división en el pueblo. Y más que la oposición, me refiero sobre todo a Ortiz.
Como portavoz del gobierno, esa tensión que vemos en los plenos, ¿cómo la llevas?
–Pues muy mal. Cuando entramos hicimos lo contrario a lo que hicieron ellos. Les ofrecimos un pacto por la vivienda, ofrecer reuniones regulares con la portavocía… pero a la primera de cambio nos dimos cuenta que no querían ahí. Es algo que me entristece porque vamos con la mejor voluntad. Un ejemplo es el pacto por la vivienda porque creemos que de verdad que es un problema transversal que se solucionaría mejor todos unidos. Ellos son ocho y nosotros nueve, y ellos tienen fuerza para empujar en la Diputación y en la Junta. Pero cuando se produjeron dos derribos en el Palmar como consecuencia de dos expedientes de su época, lo primero que salen diciendo en redes es que llegan los socialistas y vuelven los derribos. Creo que hay que ser leales. Y cuando decimos que hay que buscar alternativas a los derribos, dicen lo contrario, que estamos radicalizando el municipio y enfrentándonos a la Junta. Están siendo muy desleales. Ellos cuando entraron en el gobierno crearon una comisión de investigación sobre la gestión de Antonio Verdú, comisión que decayó porque Verdú no quiso participar de ese circo. Pero la intención era distinta a la nuestra, pero vemos que el diálogo es imposible. Mira, se expulsó del pleno a un señor que ha sido alcalde y que en un pleno anterior, tras votar nosotros en contra de una moción suya sobre la Amnistía, se fue a sus redes y nos tachó de terroristas. Eso es muy fuerte… ya no hablo del calentón de un pleno. Ya en frío escribes eso y luego lo eliminas sin pedir una disculpa. Eso lo dice un exalcalde y puede tener consecuencias. Mañana en un bar con cuatro copas alguien se puede atrever a llamar terrorista a otro vecino y se puede liar. Hay que ser responsables.
Esa responsabilidad es fundamental, más de lo que los políticos a veces se piensan…
–Exacto, somos cargos públicos y nuestras acciones tienen consecuencias. Si él lo dice, un ciudadano puede pensar que también se lo puede decir a otro en la barra de un bar. Ese eso es una enorme irresponsabilidad.
¿Puede haber un acercamiento, aunque sea por el bien general del pueblo al que no le conviene un grado de tensión tal alto?
–No le conviene a nadie, pero creo hay un personaje político ahí que hace imposible que eso ocurra. Ya hizo irrespirable la última legislatura de Verdú y estos doce años con respecto a la oposición. Hablé una vez con él (con Ortiz) para rebajar el tono hace unos años. De hecho le apoyamos unos presupuestos hace cuatro años. Pero me dijo que no, que él tenía su estrategia y que tenía que dejar claro que se lleva mal con el PSOE. Sinceramente creo que este clima no les conviene a ellos… la gente está muy cansada.
¿Qué percibe desde el pueblo?
–Pues que está muy cansado de tanta crispación y la gran mayoría me dice que no entremos al trapo, que no les contestemos, que es lo que buscan. Pero a veces no nos queda más remedio que contestarles porque nos critican por una cosa y por la contraria. El otro día el exconcejal de Fiestas, Miguel Castro, felicitó en sus redes a María José Espinosa por la gestión de las casetas, pero Ortiz le mandó eliminarlo para que al día siguiente el PP saliera criticando esa misma gestión. Y así es muy complicado.
¿Qué le dicen respecto a la gestión?
–Los ciudadanos me trasladan que hay sitios donde no llegamos, que hay calles con el suelo levantado y yo no voy a mentirles, lo reconozco y le explico la verdad. Les digo cómo está la situación en el Ayuntamiento y que otros años en estas fechas contábamos con treinta o cuarenta personas contratadas desde la Diputación y que era un pulmón para Vejer.
¿Nota un uso partidista desde la Diputación?
–Absolutamente está politizada y está perjudicando, a día de hoy, a Vejer. Ojalá dentro de un año pueda decir lo contrario. Ahora mismo la única inversión que ha venido para la localidad, hablo de inversión, no subvención (faltaría más que no viniesen las ayudas que son para todos los pueblos), son 113.000 que corresponden a los sueldos de Ortiz y Flor. Y se lo dan por perder unas elecciones. Y claro que nos sentimos discriminados. Por ejemplo, a Paterna le han dado 500.000 euros para Cultura. Pero claro, somos el único municipio que pasó de manos del PP al PSOE.
¿Y con la Junta?
–Pues tres cuartos de lo mismo, la verdad. No es que queramos enfrentarnos, es que es evidente la discriminación. Nos han prometido un centro de salud y por ahora, después de tres años, lo único que se ha hecho es tirarlo. Pero vamos a exigírselo, porque tenemos que velar por los intereses de todos y cada uno de los vejeriegos. Con la Junta pasa lo siguiente, y es que no se lleva bien con nosotros pero tampoco con Ortiz. Esa es mi percepción. De hecho, aquí se habló de la Agenda Vejer pero cuando vino la delegada del Gobierno de la Junta, de eso no existía nada, era humo. Nosotros se la exigimos, pero ni ITV, ni Matadero… Creo que Ortiz tenía un problema con Moreno Bonilla y nosotros también.
Son los primeros meses y son complicados, pero si Javi mira hacia el futuro, ¿qué ves?
–Pues sinceramente veo un Vejer ilusionante, apasionante. Un Vejer mejor que ahora porque lo vamos a lograr, un Vejer donde nadie se tenga que ir porque no hay vivienda, donde haya empleo de calidad (porque como dice el alcalde, al turismo puente de plata pero no para vivir bajo él)… un Vejer de respeto, más democrático, más libre. De hecho, ya hemos logrado cosas tan normales como que la gente pueda opinar en las redes sociales del Ayuntamiento sin que sean vetadas. Habla hasta el PP, incluso el PP habla en boca de Ortiz en el Facebook del alcalde… Eso antes era impensable. Hace un año el Facebook del Ayuntamiento publicaba una foto de Ortiz felicitando a los padres junto al lema ‘José Ortiz, 2023’… es decir, lo usaban para hacer campaña. Hoy eso ya no ocurre. Ya no se bloquea a nadie, la gente opina lo que quiere… cuando entramos habían desbloqueado el día anterior a más de 300 personas. Era horroroso. Hoy la gente es más libre. Ya no está la vieja del visillo llamando la atención a quien criticaba algo… es decir, estamos muy ilusionados porque el reto es muy bonito.
¿El equipo te acompaña?
–Sí, porque tenemos claro que lo importante no son las personas, sino las ideas y los proyectos. Es un equipo fuerte y de garantías.
Miramos atrás, ahora que ya sabes lo duro que es ser concejal, son 24 horas todos los días del año con una gran carga de responsabilidad, a pesar de lo ilusionante que también sea.
¿Sabiendo lo que sabes, repetirías?
–Sí, claro, sin dudarlo (risas). Es una pasión, siempre he tenido una gran vocación de servicio público. Siempre he sido una persona muy comprometida con lo público, con mis ideas y con mi partido y sobre todo con mi pueblo. Así que claro que repetiría… no sé qué diré dentro de tres años porque nadie sabe que nos depara la vida, pero a día de hoy, por supuesto que sí.
¿Es más complicado que llevar un bar, no? (Risas)
–(Risas)… Mucho más complicado, es más complicado que un cenicero en una moto (risas).