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Conil

La vivienda irregular en Andalucía "es un problema mayor y por eso hay que unirse"

Unos 270 vecinos y vecinas de Conil, El Palmar y Zahora protestan ante el Parlamento Andaluz en busca de una solución para el problema de la vivienda irregular

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Vecinos y vecinas afectados por las viviendas irregulares en Conil, Zahora (Barbate) y El Palmar (Vejer), acudieron este miércoles a las puertas de la sede del Parlamento andaluz en Sevilla para demandar a los distintos grupos políticos soluciones a un problema que afecta a más de 300.000 viviendas en toda la región andaluza.

La protesta fue convocada a través de las distintas plataformas de afectados por la vivienda irregular de las citadas zonas que se han unido en una Federación por la Legalización y los Servicios Básicos a la que esperan se unan otros colectivos de afectados como los de Chiclana, Sanlúcar y El Puerto de Santa María.

Imagen de la protesta en Sevilla.

A la protesta de esta semana en las puertas del Parlamento andaluz asistieron alrededor de unas 270 personas, según las fuerzas de seguridad, unas 500 según los organizadores, “lo cual es todo un éxito de convocatoria teniendo en cuenta que se trata de un día laboral y había que desplazarse hasta Sevilla”, comenta Sergio Cáceres, portavoz de la Plataforma de Afectados por Viviendas Irregulares de Conil, PAVIC.

“Ha estado genial y la sensación de las plataformas que acudimos es buena”, explica Cáceres quien recuerda que se trasladaron en tres autobuses repletos.

Pero lo más importante es que “los parlamentarios de todas las fuerzas políticas bajaron a la puerta para hablar con nosotros y les pudimos arrancar un compromiso verbal”, lo cual “es positivo aunque ya se sabe lo que muchas veces significa ‘compromiso verbal”.

Para Cáceres también es “muy importante lograr que la proteste llegue al Parlamento y salga del ámbito municipal. De hecho, el mismo miércoles el PSOE realizaba una pregunta parlamentaria al respecto”.

Imagen de la protesta en Sevilla.

En definitiva, “estamos muy contentos por regla general, cansados pero muy contentos” y centran sus próximos objetivos en “intentar unificar más plataformas y más afectados para que los políticos se den cuenta que no se trata de un problema menor, sino de un problema mayor”.

“Afrontar individualmente el problema es un error”, señala Sergio Cáceres, portavoz de la Plataforma de Afectados por Viviendas Irregulares de Conil, quien insistía en una entrevista a este medio en que el problema de todas estas zonas, con distintos matices, es el mismo: “el urbanismo no funciona. Se puede legislar todo lo que se quiera, pero sin medios no sirve para nada. La legalización es la solución y con los costes asumidos por los propietarios. Entendemos que tenemos una parte de la culpa, pero hay que adaptar el urbanismo a la realidad. No es normal que en El Palmar, con la vida que tiene, no tengan agua potable en pleno siglo XXI”. Y lo curioso es que “luego venden la zona en Fitur”.

Por ello, estas plataformas ven necesario que “los ayuntamientos, sean del color que sean, se sienten y ejerzan presión de forma unida, pero para ello primero deben reconocer sus errores”, y luego hacen falta  “políticos valientes, que no estén acomodados, que si se tienen que encerrar que se encierren, que si hay que cortar carreteras que se corten”.

 

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La solución “pasaría por llegar a un consenso aunque las administraciones no quieren asumir sus responsabilidades... no se construyen 300.000 casas en Andalucía sin que nadie lo sepa”.

En cuanto a la protesta, bajo el lema ‘Legalización es la solución’, los asistentes a la misma pedían a las puertas del Parlamento también “agua potable para El Palmar”, al tiempo que portaban pancartas en las que podía leerse “El Palmar no solo existe en Fitur’; ‘Delegas en los ayuntamientos y ellos no hacen nada’; ‘Prisión para la administración y no para los administrados’; entre otras.

Para los convocantes, “los ayuntamientos usan nuestro dinero y lo tiran a la basura”, al tiempo que “no tienen ningún plan urbanístico y no asumen sus responsabilidades y solo culpan a los vecinos”.

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