Esta empresa sanroqueña ya en el año 2006 tuvo el primer síntoma de lo que se iba a venir encima al sector de la construcción, teniendo entonces que pactar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) por seis meses, por motivos administrativos para la extracción de la arcilla para la fabricación de ladrillos.
Posteriormente en el año 2008 y 2009 MCA-UGT ha vuelto a tener que pactar nuevos ERTEs para más de media plantilla para así, poder hacer competitiva a la empresa de San Roque.
El secretario comarcal de la federación de Metal, Construcción y Afines (MCA-UGT), Juan José Villalba, fue quien explicó ayer la situación, asegurando que desde MCA-UGT se insiste “en la necesidad de seguir buscando soluciones y ayudas entre todos, que posibiliten aguantar hasta que llegue la salida de esta difícil situación de crisis”.
El secretario general de MCA-UGT en la comarca explicó que “su federación emprenderá las medidas legales necesarias para poder garantizar a todos los trabajadores las máximas garantías y salvaguardar sus derechos laborales, para que en caso de que, finalmente los despidos de los trabajadores sean la última consecuencia, los trabajadores se vean recompensados con las mejores condiciones, no aceptando bajo ningún concepto un despido de carácter administrativo por circunstancias de la producción y el pago de 20 días por año trabajado”.