La proliferación de la población de palomas en Puente Genil sigue generando enormes problemas a los vecinos de la localidad, tanto que el alcalde, Esteban Morales, ha anunciado que el Ayuntamiento va a revisar el contrato de asistencia técnica suscrito hace unos meses con un profesor titular del departamento de Zoología, de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Córdoba, encargado de asesorar a la localidad para la realización de una planificación que permita adoptar medidas encaminadas a atajar el problema.
“Los palomos están anidando en inmuebles que, en muchos casos, no están habitados, o se trata de espacios abandonados y, por lo tanto, es muy difícil capturarlos, recogerlos y eliminarlos”, explicó el alcalde, quien admitió que esto inicialmente venía ocurriendo en el casco histórico, donde “hay muchas casas abandonas a las que no se puede acceder a nivel municipal o por parte de la empresa especializada”, pero se ha extendido a otras zonas del municipio. “Se han instalado jaulas, periódicamente se van retirando palomos, y aunque hay muchas capturas, siguen proliferando”.
Por este motivo, Morales señaló que “vamos a tener una revisión del contrato con la empresa contratada, para que nos facilite una valoración del trabajo que se ha hecho, habida cuenta de que estamos empleando un presupuesto de unos 60.000 euros para hacer frente a este problema cuando la media anual era de unos 18.000 euros”. El alcalde recalcó que se sigue interviniendo pero la cuestión está en la “imposibilidad de acceder a los lugares en los que anidan y este es uno de los obstáculos más difíciles para resolver el problema”. “Hemos probado con la esterilización, vamos a seguir con las jaulas y esperaremos al informe del catedrático para que nos traslade si estamos avanzando, en qué dirección, y si es posible hacer algo más”, subrayó el regidor, quien insistió en que “a tenor del informe, daremos cuenta del número de jaulas instaladas, del número de palomos recogidos y qué más se puede hacer por mejorar la situación”.
Hasta 2019, el Ayuntamiento venía trabajando con una empresa externa para tratar de atajar el problema, lo que se tradujo en la instalación de 24 jaulas en viviendas y locales y en la retirada de más de 10.000 palomas, una medida que no resultó suficiente, razón por la cual el Consistorio buscó asesoramiento con la UCO. Sin embargo, lejos de menguar, el problema sigue agravándose, hasta el punto de que la presencia de las aves no sólo está provocando importantes perjuicios, sobre todo en los tejados y a nivel de suciedad, sino también en la vía pública, lo que a su vez ha derivado en un incremento del gasto de limpieza de la misma y un redoble de esfuerzos para mantener limpias las vías pública. Además, la extensión y magnitud del problema ha llegado incluso fuera del casco urbano, al Polígono Industrial del Huerto del Francés, donde hay empresas cuyos tejados e instalaciones fotovoltaicas también se están viendo dañadas por la constante y molesta presencia de estas aves, en un problema que, por el momento, no tiene una solución a corto plazo.
