Juan Carlos I ultima en medio de la discreción su viaje a Sanxenxo, adonde está previsto que llegue el próximo miércoles procedente de Londres, después de que hace un año, en su primera visita a España desde su marcha a Abu Dabi en agosto de 2020, recibiera críticas por cómo se desarrolló su estancia en la localidad pontevendresa.
El rey emérito mantiene su plan de viajar a Galicia, donde prevé estar hasta el próximo domingo para participar con la tripulación del Bribón en la regata de la Copa de España, que organiza el Real Club Náutico de Sanxenxo, han apuntado a EFE fuentes cercanas a don Juan Carlos.
No se ha concretado cuándo llegará a lo largo del miércoles, pero aterrizará de nuevo en el aeropuerto de Vigo, el más cercano a Sanxenxo.
Según las fuentes, don Juan Carlos llegará a la localidad pontevedresa desde Londres, donde tenía intención de verse con Carlos III después de que no haya sido invitado a su coronación el 6 de mayo, a la que solo irán los reyes Felipe y Letizia.
Sin embargo, la casa real británica descartó el pasado jueves que esa cita vaya a tener lugar, al igual que hizo la Embajada del Reino Unido en Madrid.
Tras su llegada a Vigo, la pretensión del padre de Felipe VI, de 85 años, es salir a navegar con el Bribón a partir del jueves si las condiciones meteorológicas son propicias.
Su deseo es volver a familiarizarse con el barco y poder competir en la regata, que se desarrollará el sábado y el domingo.
Por ahora, se desconoce si el rey emérito se alojará de nuevo en la casa de su amigo íntimo y patrón del Bribón, Pedro Campos, o lo hará en otro sitio para moverse con más discreción.
Campos guarda silencio después de que recibiera críticas por haber ayudado a Juan Carlos I a organizar la visita del pasado año y por la expectación que se generó en las instalaciones del club náutico de Sanxenxo.
El Gobierno también mostró su malestar por la frase que pronunció el rey emérito a la pregunta de si pretendía dar explicaciones por su conducta y por cómo manejó su patrimonio en el extranjero.
“Explicaciones, de qué”, respondió el rey emérito para descartar cualquier pronunciamiento sobre su conducta y las regularizaciones fiscales que hizo ante la investigación que la Fiscalía de Tribunal Supremo llevó a cabo sobre su patrimonio, que archivó en marzo de 2022.
El Ejecutivo “mantiene la misma opinión” sobre si el emérito debería explicarse ante la ciudadanía, si bien ha expresado su respeto por su segunda visita a España al tratarse de su ámbito privado.
La casa real no se ha pronunciado sobre el viaje del anterior jefe del Estado, si bien admitió la pasada semana que se enteró por la prensa de sus planes de viaje, que en esta ocasión no se cerrará en el Palacio de la Zarzuela con un encuentro con Felipe VI, como en la que hizo en mayo.