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A curarse en salud

Turismo saludable

Hace poco realicé la ruta de la visita al acantilado del Tajo y tómbolo de Trafalgar y quedé maravillado

Publicado: 13/05/2023 ·
09:15
· Actualizado: 13/05/2023 · 09:15
  • Marine Atlantes. -
Autor

Fernando Arévalo Rosado

Médico. Colaborador en Viva Barbate, Radio Barbate, Portal de Cádiz, SER deportivos, Onda Conil y Canal Sur (Salud al día)

A curarse en salud

Fernando Arévalo Rosado ofrece consejos y actualidad de salud sin jerga médica

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Desde hace algún tiempo los paquetes vacacionales ofertan algo más que solo una visita guiada o una estancia agradable. Así con esa idea, nace Marine Atlantes para también vender los encantos de Barbate. Se oferta mediante un paseo en el barco pesquero Nautilus, que ha sido reconvertido para la ocasión, contemplar la vista de puestas de sol que ya son famosas en Los Caños y donde el astro rey, baja despacito para despedirse dibujando una infinidad de colores y paisajes celestiales hasta zambullirse en el Atlántico. En otro agradable paseo podemos visitar la Almadraba de Conil, donde el oro rojo de nuestras costas pasa camino de las cálidas aguas mediterráneas para reproducirse, todo ello con un guía que nos informa sobre el calado de este milenario arte de pesca y del recorrido del atún rojo salvaje. El itinerario se realiza unido a una embarcación de almadraba, por lo que se contempla como espectador privilegiado la levantá. En una tercera oferta se muestra el avistamiento de cetáceos como ballenas, delfines y otras especies que habitan en nuestro entorno privilegiado.

Hace poco realicé la ruta de la visita al acantilado del Tajo y tómbolo de Trafalgar y quedé maravillado. A la amabilidad de la tripulación se unía la interesante información que nos facilitaban al pasaje. Y pude experimentar que Barbate se disfruta con los cinco sentidos.

Con la vista, contemplando todas las variedades de azul y turquesa que las cristalinas aguas decoran la falda del acantilado. Un acantilado de 6 kilómetros de longitud y más de 100 metros de altura labrado con arena y mar a la improvisación de dos escultores imaginarios que son el levante y el poniente. Un poco más allá se alza majestuoso un pinar de tonalidades verdosas que se eleva hasta casi el mismo cielo de un celeste limpio y lleno de luminosidad.

Con el olfato, mediante fragancias marinas frescas que impregnan nuestra pituitaria, el olor a mar y sal nos traslada a esos perfumes del acantilado y sendero del Tajo con lavanda, romero y enebro transportados por la suave brisa de levante y de poniente, como si fuese un Mouillette, esa pequeña tira de cartoncillo secante que nos ofrecen para testar los perfumes.

Con el oído, que con la orquesta que forma el mar, se entona una melodía clásica de balanceo de olas y sonidos de agua que nos trasladan tranquilidad y sosiego, interrumpido por el águila pescadora o las gaviotas que anuncian la proximidad de la costa con su canto.

Con el tacto, donde parece que pudiéramos agarrar ese acantilado como maqueta de cartón diseñada por el mejor artista, con el sol dorando nuestra piel y bañando nuestro cuerpo de vitamina D para fortalecer huesos y aparato locomotor. Con la sal marina que en pequeñas cantidades nutre nuestra piel de sales minerales beneficiosas para nuestro organismo.

Con el gusto, durante este paseo se ofrece un menú muy saludable a base de atún y otros túnidos que son hipocalóricos y ricos en ácidos grasos omega 3, calcio, fósforo, niacina y vitaminas A, D y E. Fuente de salud baja en calorías y grasas para nuestro organismo y satisfacción del paladar.

Unicamente tengan cuidado si padecen de cinetosis o mareo del viajero, que se produce cuando el cerebro recibe señales distintas de los aparatos encargados de percibir el movimiento y el equilibrio como son los ojos, aparato locomotor y aparato vestibular en el oído interno, percibiendo unos el movimiento y otros no, provocando en el cerebro una confusión que se traduce en náuseas, vómitos, cefalea y malestar general. Para mejorarlo o evitarlo, centren la vista en el horizonte, refresquen la cara y el cuello, no lean, ni consuman bebidas alcohólicas y, si es preciso, tomen medicación preventiva del mareo. Pese a ese pequeño inconveniente que no en todos se produce, diré siempre que Barbate se disfruta con más de cinco sentidos porque quien nos visita termina por enamorarse con los 5 sentidos de este rincón paradisiaco, unido a la hospitalidad y simpatía de sus gentes. No puedo olvidarme de las prácticas deportivas veraniegas que inundan nuestras playas y ese mar azul como rehabilitador de lesiones, siendo una piscina natural de agua fría que ayuda a restablecer el cansancio muscular que mejora, tonificando nuestro cuerpo y ese masaje marino que actúa como fisioterapeuta improvisado para descargar la fatiga muscular. Barbate es fuente de salud por muchos motivos, por eso programas como ‘Salud al día’ de Canal Sur, nos visita en tantas ocasiones y quien les escribe ha tenido la oportunidad de grabar el programa que se emitirá a mediados de junio. Les espero, que seguro que merecerá la pena ver una publicidad tan acertada de nuestro pueblo.

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