De hecho, tanto el Gobierno andaluz como la empresa valenciana estarían interesados en cerrar la operación de forma inminente toda vez que Grupo Alonso pretende dar servicio cuanto antes al que sería su principal cliente en la zona, la naviera surcoreana Hanjin Shipping, y la Administración andaluza busca cerrar el conflicto con los ex trabajadores de la fábrica de Torraspapel, que serían recolocados mayoritariamente en la filial comarcal de la empresa levantina.
El portavoz del colectivo de ex trabajadores, Antonio Delgado, ya avanzó hace ahora diez días que la Junta había ofrecido unas subvenciones concretas y que estaba a la espera de que Grupo Alonso aceptara el montante total y resolviera un trámite administrativo para obtener las subvenciones acordadas.
A partir de ahí comenzaría el plazo de ejecución de las subvenciones a percibir y el calendario de remodelación de las instalaciones donde finalmente se asiente la empresa.
Con respecto al lugar de instalación, a pesar de que se barajan varias ubicaciones por si Torraspapel rechaza la venta de sus terrenos, lo más probable es que la papelera catalana acabe aceptando la oferta sabedora de que el Ayuntamiento no los recalificará a suelo urbanizable y que podría pasar bastante tiempo hasta que otra industria se interesase por ellos. De hecho, el último movimiento de colocar un cartel con el letrero se vende se interpreta como una medida de presión.
Tranquilidad
Si bien el cierre de las negociaciones no supondrá el inicio inmediato de actividad de Grupo Alonso, sí que proporcionaría tranquilidad a los ex trabajadores de Torraspapel tras cerca de un año y medio de espera.
Paralelamente, el grupo valenciano anunció que su intención es contar con este colectivo desde el momento que se inicien las obras.
Diversificación
El consejero delegado de Grupo Alonso, Jorge Javier Alonso, avanzó hace ahora un mes que su compañía se instalaría en la comarca “sea o no en los terrenos de Torraspapel”.
Alonso desglosó que su proyecto “consiste en una plataforma multimodal que puede ser una gran sinergia para la zona. Esto viene a complementar los movimientos en el Puerto, donde se ha abierto una ventana con una terminal no privativa y abierta al público”.
Según el consejero delegado, “estos movimientos requieren de estructuras para dinamizar el agua, y una de ellas somos nosotros. Ahora depende de que industrial sepa aprovecharlo. Nosotros traemos la sinergia económica y el abaratamiento de costes en el transporte de mercancías” vía terrestre.
Con todo, el colectivo más deseoso de que las negociaciones culminen son los ex trabajadores de Torraspapel, ya que Alonso señala que “creemos que podremos incorporar a la mayoría. Sólo hay una pequeña parte que sería algo más complicado”. Todo ello ya que la premisa para incorporarse al grupo valenciano es “tener ganas de trabajar y ellos las tienen. Lo demás es todo solventable”.
