"Me interesaron mucho todas esas leyendas que tenían que ver con una tierra que era humana; que era madre, que era hermana, que era cobijo; que sentía como los seres humanos", afirma Herreros (León, 1965), en una entrevista con Efe.
"Geografía mágica" (Siruela) está poblada por gigantes, santos, encantadas, hechiceros y demás personajes que habitan los cuentos populares. De hecho, el relato se inicia con dos historias sobre la formación del mundo, una del País Vasco, "Mari y el Culebro"; y otra Canaria, guanche, titulada "Achamán y Guayota".
"El libro continua con los mitos de formación en los que intervienen gigantes griegos y romanos (...), y luego ya comienza la historia de los santos y de los demonios; es un poco un devenir histórico dentro de la geografía", detalla la escritora.
Para Herreros los ingredientes indispensables de las leyendas de formación del paisaje son "el amor y la magia", porque, explica, el amor es lo que "transforma realmente" nuestro entorno, y cita como ejemplo la leyenda de desamor de Hércules, el gigante que levantó los Pirineos como ofrenda funeraria en honor de la ninfa Pirene.
Sin embargo, en la actualidad asistimos a una "negación" de lo terrenal, en opinión de la escritora. En particular, Herreros critica a aquellos movimientos modernos que olvidan la ligazón del ser humano a la tierra y solo proclaman una única conexión "espiritual".
"Para mí es muy importante recuperar este estado de sentirte parte de la tierra, de sentir que la tierra es tu madre y es el vientre del que sales y al que vuelves, y para ver la tierra de esa manera el hombre y la mujer la humanizaron, la convirtieron en un paisaje que tenía forma humana", señala.
La solidaridad, la avaricia y la caridad también pueblan "Geografía mágica", ya que las leyendas también difunden valores, asevera Herreros. "Lo que transmiten muchas de ellas es la confianza en el otro, y la idea de que la justicia siempre se restituye, que un acto injusto siempre tiene su compensación", explica.
La escritora señala que las historias recolectadas son "versiones" adaptadas por ella misma, y critica que la mayoría de las leyendas españolas sean demasiado "becquerianas", es decir, "una cosa muy alambicada y decimonónica".
En este sentido, el libro, que incluye acuarelas ilustrativas a cargo de Carlos Arrojo, ha sido escrito pensando en un padre o una madre que lea las historias a los niños en "voz alta". "De hecho -apostilla Herreros-, los relatos están entreverados con muchos romances o rimas que le dan a la oralidad un ritmo".
Ahora bien, la escritora y filóloga aclara que las leyendas y cuentos populares "no tienen edad", y apunta que su intención con el libro ha sido la de "recuperar" esa actitud que tenemos de niño de buscarle a todo un "alma". "Eso no se debería perder", recomienda.