El ejercicio, dirigido por la Unidad Militar de Emegencias (UME) del Ministerio de Defensa y al que ha asistido su titular, Carmen Chacón, escenificó la situación quince después de la explosión de la bomba “sucia”, cuyo objetivo principal es generar pánico y dañar infraestructuras.
Resultado de la supuesta acción, cinco personas han fallecido, 150 personas están hospitalizadas y unos 600 ya han sido dadas de alta, explicó a la prensa Juan Pedro García, responsable de la Sala de Emergencias (SALEM) del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), organismo que ha organizado el simulacro en Escuela Nacional de Protección Civil, en la localidad de Rivas Vaciamadrid.
Se trata del primer ejercicio de campo de estas características que se lleva a cabo en España, explicó a la prensa Carmen Chacón, que ha visitado, junto a la presidenta del CSN, Carmen Martinez Ten, la zona afectada por la supuesta contaminación.
El objetivo era, según Chacón, preparar a España ante una eventual amenaza que fuera una explosión con componente nuclear en una ciudad y en que la que han trabajado “codo con codo y sin ningún problema” catorce instituciones (de la Administración General del Estado, comunidad autónoma y ayuntamiento).
“Las más de 400 personas hemos trabajado muy bien frente a una amenaza para la seguridad de los españoles”, recalcó.
La explosión, que obligó a evacuar a 3.000 residentes y a 3.000 trabajadores de la zona, ocurrió hipotéticamente el pasado mes de agosto en las inmediaciones del estadio Santiago Bernabéu.
El ejercicio de ayer ocurre quince días después, una vez tomadas las medidas más urgentes, y consistió en el rescate de un bombero herido, la localización de cinco indigentes que se habían refugiados en casas y se resisten a salir, de un periodista que se adentró en la zona acordonada y el conductor de una ambulancia que sufre un accidente cuando traslada al bombero herido a un centro hospitalario.
Otra de las tareas fundamentales de los equipos ha sido medir la descontaminación de la zona y retirar con robots los restos de metralla de la zona para su posterior traslado a la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (ENRESA).
Así, se desplegaron los medios necesarios para la detección, medición y descontaminación de los hipotéticos afectados.