La campaña dio inicio el pasado mes de noviembre, y en ella han participado 54 voluntarios llegados desde diferentes puntos del planeta. Como viene siendo habitual, el lugar desde el que se ha desarrollado esta campaña ha sido el Cerro del Tambor, en el Parque Natural del Estrecho. Este tipo de campaña consiste en buscar desde tierra a los rorcuales que en esta época del año cruzan el Estrecho, en dirección al Mediterráneo, y hacerles un seguimiento de velocidad y rumbo, algo posible gracias a un teodolito que se usa para este seguimiento y al programa CYCLOPS. De esta forma se puede establecer el rumbo y la velocidad de los cetáceos, así como de las embarcaciones que cruzan el Estrecho, y poder establecer así los riesgos de colisión.
Para la investigadora de CIRCE y responsable de este proyecto, Pauline Gauffier, “este tipo de campaña siempre dan buenos resultados, y aunque este año la meteorología no ha acompañado, hemos tenido bastantes avistamientos si tenemos en cuenta los días que no hemos podido trabajar por lluvia y viento y niebla”.
Este proyecto, ha tenido una duración de dos meses, y tiene como objetivo el conocer más detalladamente las rutas usadas por los rorcuales para sus migraciones, y poder establecer así planes de conservación más concretos para estas especies y la necesidad de reducir riesgos de colisión con todo tipo de embarcaciones. La campaña continuará este año, con la campaña de búsqueda de grandes cetáceos desde tierra durante los meses de junio y julio próximos. Antes, en marzo, los resultados de este proyecto se presentarán en el taller que Trabajo que CIRCE llevará a cabo durante el 25 Congreso de la Sociedad Europea de Cetáceos que este año se celebrará en Cádiz, y que servirá para seguir trabajando conjuntamente con la Fundación Biodiversidad en los planes de conservación de los grandes cetáceos en aguas españolas.