Las y los profesionales sanitarios del Centro de Salud de Torrequebrada en Benalmádena (Málaga) han denunciado este jueves en una concentración de protesta los insultos de tinte racistas y xenófobos así como las vejaciones a la que una médica fue sometida por un paciente.
Desde el Sindicato Médico de Málaga (SMM) han señalado que el paciente tuvo una actitud muy agresiva, además de xenófoba y machista, con la facultativa mientras era atendido a la que, tras cuarenta minutos de atención en la consulta, insultos como “sudaca de mierda” y expresiones como “tú no te mueves de aquí hasta que yo te lo diga, que por eso pago la seguridad social y tu sueldo y he cotizado durante 55 años”
Para Virginia Ortega, médica de familia y delegada del Sindicato Médico de Málaga, ha señalado que “la gravedad de la situación en esta ocasión trasciende más allá de las agresiones que podamos sufrir por el ejercicio de nuestro trabajo”, de ahí la repulsa total mostrada durante la protesta a las puertas del centro de salud.
Ortega ha recordado que “llevamos cuatro agresiones en lo que tenemos de mes y que esta situación es intolerable y que va en escalada” porque se vive un “clima de crispación que no se veía antes”. Y, entre las razones de esta escalda de ataques a las y los profesionales ha señalado que hay varios factores: “Se suma, por supuesto, que la población está muy crispada porque tiene un sistema sanitario que no atiende a sus necesidades”, ha dicho, pero también que “se suma que la Administración no tiene la suficiente inversión ni en personal ni en capacidad para absorber todas las demandas que se hacen”.
La representante del SMM considera que “la población se encuentra desatendida, la población está enfadada con el sistema y ese enfado lo vuelcan sobre la persona que tiene más cercana. Y, desgraciadamente, siempre somos los profesionales que estamos en primera línea, los médicos, los enfermeros, los auxiliares, todos aquellos que les damos la atención diaria”.
Además, ha señalado que “el problema está en que hay que hacer un abordaje integral”, que incluye la necesidad de “que haya guardas de seguridad en los centros, igual que lo hay en casi todos los centros de la Administración pública”. Pero también, ha reclamado que “se endurezcan las penas a las personas que realicen estos actos tan indeseables y tan intolerables”.
Ha indicado también que “necesitamos educación sanitaria y, por supuesto, lo que necesitamos es inversión por parte de la Administración para que esto se acabe”.
Y ha concluido que “no podemos trabajar así y nos sentimos agredidos”, por lo que “pedimos, por favor, que esta lacra pare y pedimos también el apoyo de los pacientes. Que, por favor, entiendan que estamos trabajando para ello y por ello y que no merecemos sufrir estas situaciones que, desgraciadamente, son cada día más frecuentes en nuestras labores diarias”.
