Sánchez Galán abrió la crisis cuando abogó por que el Gobierno paralizara la construcción de más termosolares con el argumento de que son una tecnología inmadura que va a provocar una ‘burbuja’ de 2.000 millones de euros, y las responsabilizó en parte del déficit de tarifa del sistema energético nacional.
Justo el día antes un estudio de la consultora Deloitte demostró que la termosolar ha aportado al PIB nacional nueve veces más que las prima que recibe: 1.650 millones de euros frente a 185 millones. Si se contabilizaran los ingresos a la Seguridad Social y a Hacienda y el ahorro en subsidios de desempleo y coste por evitación de CO2, más que duplicaría también las subvenciones. Además, ha dado trabajo a casi 24.000 personas durante la crisis, sobre todo en Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha.