Los 106 miembros de la ejecutiva central de la LND tomaron esta decisión por unanimidad después de que las autoridades anularan la ley electoral que impedía a sus representantes políticos, entre ellos la propia Suu Kyi, comparecer a unos comicios por tener antecedentes penales. El partido había sido disuelto el año pasado después de negarse a participar en las elecciones legislativas.
Durante la reunión de la ejecutiva, en la que hubo presencia de periodistas, Suu Kyi anunció que era partidaria de presentarse a las elecciones, pero no precisó en ese momento si ella misma estaba interesada en ocupar un escaño.