En la conferencia 'Cien años de protección jurídica del patrimonio histórico', García Calderón ha recordado que los comienzos del siglo XX, cuando se produce la declaración de monumento nacional para las Ruinas de Itálica, fueron los inicios del conservacionismo del patrimonio, una corriente por la que el fiscal apuesta para convertirse en disciplina académica.
Ha insistido también en lo que ha llamado una "idea básica" para entender el proceso histórico: la sociedad ha ido avanzando "de proteger el patrimonio por un interés privado a hacerlo como un bien público"; por lo que resulta evidente, en la actualidad, la necesidad de perseguir dichos delitos de forma penal, tras haber agotado la vía administrativa.
García Calderón ha insistido en la necesidad de hacer del conservacionismo una disciplina, puesto que aporta, según el fiscal jefe, "una dimensión cultural" de los bienes que trasciende la simple enumeración de características, y una serie de términos básicos como "patrimonio de la humanidad" o el "valor incalculable".
Por último, ha querido hacer una "referencia a la actualidad" alegando que en estos días se observa, por ejemplo, la "incompatibilidad de los espacios históricos con las nuevas propuestas urbanas", que evidencian la necesidad de poner en valor la materia.