Según ha indicado la Delegación de Cultura de la Junta en Cádiz en un comunicado, por el momento se desconoce el origen de este descubrimiento y si son piezas aisladas o asociadas a un yacimiento, si bien en los próximos días se conocerán más datos. En cualquier caso, de momento no hay indicios de clavazón o madera que indiquen que estas piezas de plata estén relacionadas con un barco.
El lingote presenta marcas que indican que no se trata de una pieza contemporánea. Según los primeros datos que maneja la Consejería de Cultura, tiene un peso que oscila entre los siete y los nueve kilos, y mide 32 centímetros de largo, 9,7 de ancho y 4,4 de alto.
Está previsto que los arqueólogos hagan nuevas inmersiones de reconocimiento para comprobar si hay más elementos en los alrededores en los que se ha encontrado el lingote, aunque es una zona difícil por la falta de visibilidad y por los fangos que presenta.
El lingote y la moneda se trasladarán al CAS, centro dependiente del Instituto de Patrimonio Histórico de Andalucía de la Consejería de Cultura, en los próximos días para que se pueda estudiar en sus laboratorios y talleres la procedencia y datación concreta de las piezas. Posteriormente, será depositada en el Museo de Cádiz, en cumplimiento de la Ley de Patrimonio 14/2007.
La supervisión arqueológica permanente durante las labores de dragado ha sido uno de los requisitos recogidos en la Declaración de Impacto Ambiental de la obra, para lo que la APBC ha contratado un servicio de vigilancia arqueológica que está desarrollando la empresa TANIT Gestión Arqueológica.
Asimismo, el proyecto cuenta con el permiso de la Consejería de Cultura, que a través de los servicios del CAS estableció las cautelas arqueológicas pertinentes para velar por el patrimonio subacuático de la zona. Dichas cautelas responden a la necesidad de compatibilizar las obras necesarias para el desarrollo de la ciudad con la defensa del rico patrimonio arqueológico subacuático de la provincia.