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España

El Papa pide consuelo para los mexicanos por la inmigración y el crimen organizado

Benedicto XVI ha pedido "consuelo, fortaleza y esperanza" a la Virgen de Guadalupe para las familias que se encuentran "divididas"

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Benedicto XVI ha pedido "consuelo, fortaleza y esperanza" a la Virgen de Guadalupe para las familias que se encuentran "divididas o forzadas a la migración" y para las muchas que "padecen a causa de la pobreza, la corrupción, la violencia doméstica, el narcotráfico, la crisis de valores o la criminalidad" en el rezo del Angelus al finalizar la multitudinaria celebración eucarística en el Parque Bicentenario en la ciudad de León, México.

"María que es la Madre del verdadero Dios --ha dicho el pontífice-- invita a estar con la fe y la caridad bajo su sombra, para superar así todo mal e instaurar una sociedad más justa y solidaria".

En la fiesta de la Anunciación del Señor -que en este año se celebrará litúrgicamente mañana-, el Papa se ha dirigido hacia el cerro del Tepeyac, que es el lugar donde "la Madre de Dios, bajo el título de 'la siempre virgen santa María de Guadalupe', es honrada con fervor desde hace siglos, como signo de reconciliación y de la infinita bondad de Dios para con el mundo".

En este sentido, ha recordado que sus predecesores en la Cátedra de San Pedro le han dado diversos títulos como "Señora de México, celestial Patrona de Latinoamérica, Madre y Emperatriz de este Continente". El Papa ha agregado que "los fieles hijos de Guadalupe, a su vez, que experimentan sus auxilios, la invocan llenos de confianza con nombres tan afectuosos y familiares como Rosa de México, Señora del Cielo, Virgen Morena, Madre del Tepeyac, Noble Indita".

Benedicto XVI ha instado a no olvidar que "la verdadera devoción a la Virgen María acerca siempre a Jesús". "No consiste ni en un estéril y transitorio sentimentalismo, ni en una vana credulidad, sino que procede de la fe verdadera, que nos lleva a reconocer la excelencia de la Madre de Dios y nos inclina a un amor filial hacia nuestra Madre y a la imitación de sus virtudes", ha destacado.

Antes de finalizar, el Papa ha resaltado que confía "a cada uno de sus hijos a la Estrella de la primera y de la nueva evangelización, que ha animado con su amor materno su historia cristiana, dando expresión propia a sus gestas patrias, a sus iniciativas comunitarias y sociales, a la vida familiar, a la devoción personal y a la Misión continental que ahora se está desarrollando en estas nobles tierras".

"En tiempos de prueba y dolor --ha subrayado el Pontífice--, ella ha sido invocada por tantos mártires que, a la voz de 'viva Cristo Rey y María de Guadalupe', han dado testimonio inquebrantable de fidelidad al Evangelio y entrega a la Iglesia".

Por último, el Papa ha suplicado a la Virgen que "su presencia en esta querida nación continúe llamando al respeto, defensa y promoción de la vida humana y al fomento de la fraternidad, evitando la inútil venganza y desterrando el odio que divide".

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