Dos versiones de una misma historia, pero el resultado final es el mismo: la asociación de vecinos Juan Riquelme, en Viaplana, se ha quedado sin sede y sin perspectivas de solución a corto plazo.
Este jueves se hizo efectivo el desalojo, que la asociación argumenta que lo ha llevado a cabo por los impagos del Ayuntamiento en concepto de alquiler, hasta el punto de que debían un año y medio al dueño, algo más de 20.000 euros.
La presidenta de Juan Riquelme, Juana Ordoñez, encabezó este jueves una protesta a las puertas de la hasta ahora -y desde 1995- sede de la asociación, arropada por otras asociaciones y por la Federación Tartessos, y aseguró que al Ayuntamiento “no le interesa el movimiento vecinal” y que no ha hecho nada para evitar esta situación, ya que “no nos ha reubicado y además, no nos recibe”.
En este sentido, explicó que este viernes tenían una cita con Participación Ciudadana pero “el Ayuntamiento la ha anulado y sin ningún motivo, por lo que creemos que no les ha gustado que denunciemos nuestra situación, pero no podíamos permanecer callados”.
En la misma línea, el presidente de Tartessos, Francisco Ruiz, que también estuvo presente en la concentración, explicó al respecto que “desde el Ayuntamiento nos dijeron que se anulaba la reunión porque no habíamos esperado a ese encuentro y hemos hecho público el desalojo, pero es que la asociación tenía que haber abandonado el local hace 15 días, y el compromiso con el dueño fue que lo dejarían antes de junio”.
Además, Ruiz indica que “este problema no es de hace dos días, hace meses que las asociaciones con sede en alquiler tienen graves problemas, pero creo que no hay ganas ni intención de buscar una solución”.
La otra versión
Sin embargo, desde el Ayuntamiento tienen una versión bien distinta de los hechos. En un comunicado remitido a Viva Huelva, la concejal de Participación Ciudadana, Juana Carrillo, explicó que “hasta febrero de este año, la asociación Juan Riquelme no había justificado los recibos por las ayudas municipales recibidas en 2011, condición imprescindible para que puedan optar las asociaciones a más ayudas”.
En cuanto a la reubicación, Carrillo asegura que la asociación “rechazó la propuesta municipal de realojarse en la AVV del Polígono San Sebastián, un edificio público”. Sin embargo, el presidente de Tartessos explica a este respecto que “no es un edificio municipal, sino de la Junta de Andalucía, y el Ayuntamiento ha obligado a la asociación a cambiar el contrato de la luz y ponerlo a su nombre”.
Por último, ante los reproches de Tartessos por el “mal trato” recibido por parte del Ayuntamiento, Carrillo insiste en que “estamos tratando a todas las asociaciones por igual, y estamos realizando un gran esfuerzo para realojar a todas, pero unas tienen más voluntad que otra”.