La designación como nuevo heredero al trono saudí del príncipe Salman bin Abdelaziz, que visitó oficialmente España hace unos días y que hoy mismo se ha reunido con don Juan Carlos en la ciudad de Taif, reafirma los privilegiados vínculos de amistad entre los dos países y sus familias reales.
Tras el fallecimiento del príncipe Nayef, el pasado sábado, el rey Abdalá ha designado hoy a Salman heredero al trono y ambos han mantenido sendos encuentros con don Juan Carlos en el Palacio Real de Taif, donde el monarca español ha acudido esta mañana para expresar sus condolencias a la Familia Real saudí.
Salman, que hoy ha sido nombrado viceprimer ministro y ratificado como titular de la cartera de Defensa, fue recibido el pasado día 8 en el Palacio de la Zarzuela por don Juan Carlos, con ocasión de una visita oficial a España en la que trató la venta de 200 a 270 carros de combate Leopard a Arabia Saudí, por unos 3.000 millones de euros, el mayor contrato de la industria militar española.
Durante su estancia en Madrid, el príncipe Salman exploró asimismo con sus anfitriones la posibilidad de que empresas españolas participen en nuevos proyectos de infraestructuras en Arabia Saudí, tras la adjudicación del contrato para la realización del AVE Meca-Medina a un consorcio formado mayoritariamente por grupos españoles.
Nacido en 1935, Salman -que representó a la familia real saudí en el enlace matrimonial de don Felipe y doña Letizia- es hermanastro del rey Abdalá y pertenece al tronco más ilustre de la familia del fundador del reino, Abdelaziz al Saud (1880-1953), un grupo conocido como los "Siete Sediriyin" y que está compuesto por los siete hijos que tuvo Al Saud con una mujer de la familia Al Sediri.
Hasta la muerte del rey Fahd en 2005, las relaciones entre las monarquías de España y Arabia Saudí estuvieron marcadas por la estrecha amistad personal de don Juan Carlos con el monarca del país árabe, reflejada en múltiples encuentros entre los propios soberanos o sus familias tanto en Madrid y Riad como en Marbella.
En todo caso, las relaciones políticas y comerciales entre ambos países se incrementaron notablemente -como muestra un elevado número de intercambios de viajes- desde la llegada al trono del rey Abdalá y la visita oficial que los reyes realizaron en abril de 2006 a Riad, durante la que se firmó un acuerdo para institucionalizar los contactos políticos entre ambas naciones.
En estos años, don Juan Carlos ha revalidado su condición de principal activo de las tradicionales relaciones de simpatía y amistad entre los dos países, como demuestra el trato preferente dado al jefe del Estado español durante sus últimas visitas oficiales a Arabia Saudí, en 2006 y 2008.
En septiembre de 2005, el rey de España viajó a Riad para expresar personalmente sus condolencias por la muerte de Fahd, mientras que, tras el fallecimiento del príncipe heredero Sultán bin Abdulaziz, en octubre de 2011, don Felipe se desplazó a esa capital para trasladar a la familia real saudí el pésame, en nombre de España y la Corona española.
Además de los viajes oficiales, los encuentros entre ambas familias reales se han visto también favorecidos por el hecho de que el rey Fahd dispusiera de una residencia de descanso en Marbella, el Palacio Nahda (El Rocío), lugar al que don Juan Carlos ha acudido en numerosas ocasiones para reunirse con el monarca saudí y en el que también ha sido recibido por el príncipe Salman.
En las privilegiadas relaciones bilaterales destaca también la cooperación en seguridad y lucha antiterrorista y la importante afluencia a destinos españoles de turistas saudíes con alto poder adquisitivo, mientras que el apoyo del pueblo saudí a la selección española de fútbol en el campeonato mundial de Sudáfrica mostró la positiva percepción de la imagen de España por parte de esta sociedad árabe.
