Reparen en la foto. Un grupo de concejales de Zoido aparecen absortos sobre lo que aparentan ser unos planos de operaciones. Sus rostros denotan las trascendentales decisiones que deben estar meditando en esos momentos únicos para el futuro de la ciudad. No hay ni una sola sonrisa, ni un gesto de relajación. Al contrario: todo es concentración, con la vista puesta sobre un mismo punto, significando la unidad de todo el equipo en torno a un único objetivo.
La foto difundida por el Ayuntamiento evoca otras imágenes históricas para la Humanidad, como la más reciente conocida: aquella en que se veía a Barack Obama y a sus principales ministros y consejeros de Seguridad escrutando con suma preocupación lo que parecía ser una pantalla en los sótanos de la Casa Blanca o en el despacho oval. La secretaria de Estado, Hillary Clinton, se tapaba la boca con una mano. La tensión se podía palpar en el ambiente. Estaba en marcha la operación ‘Tridente de Neptuno’ contra Ben Laden. En el equivalente al despacho oval del Ayuntamiento de Sevilla, otro concejal emula en esta foto pretendidamente también para la historia a Hillary Clinton y se cubre la boca con una mano. Beltrán Pérez, en plan Kennedy, domina la escena, contemplada desde el ángulo superior derecho por el arzobispo San Leandro desde su cuadro, copia que dicen de un Murillo y que impregna la composición de reminiscencias velazqueñas por aquel otro personaje que proyectaba su mirada sobre ‘Las Meninas’. Beltrán adopta la pose de comandante en jefe, ante el que se inclina hasta Curro Pérez, el portavoz de Zoido, como indicando quién representa el pasado y quién el futuro. El delegado de los distritos combina la seriedad de un joven ejecutivo, como muestra la corbata que pende de su cuello y que se afana en domeñar aprisionándola con su mano izquierda, con la espontaneidad juvenil de la camisa remangada hasta más arriba de los codos, mientras con su brazo derecho traza un enérgico ángulo recto sobre los documentos de trabajo y empuña un rotulador para subrayar aún más su mensaje.
Beltrán se muestra así como el JASP del Ayuntamiento, el acrónimo de Joven Aunque Suficientemente Preparado para dar el salto a mayores responsabilidades. ¿Quizás el heredero de Zoido? La fijeza de su mirada, ante la cual desvían la suya todos los demás, y su inclinación sobre la mesa proyectan la imagen de un alto mando presidiendo un gabinete de crisis. ¿Y qué crisis se estaba sustanciando? Ninguna. Esta puesta en escena, como si se tratara de ultimar el desembarco de Normandía, la preparó el Ayuntamiento para publicitar el plan ‘todo a 10’ de Zoido: el reparto de 400.000 euros para hacer 40.000 miniarreglos en los distritos, a una media de 10 euros por avería. Si por este dinero el Ayuntamiento monta esta parafernalia publicitaria, ¿qué no hará el día en que anuncie una inversión de un millón de euros?