El candidato del Partido Republicano a la Presidencia de Estados Unidos, Mitt Romney, visitó este viernes las zonas del estado de Luisiana donde esta semana se han producido inundaciones y otros daños a causa de 'Isaac', que llegó a ser un huracán pero luego se debilitó, y el presidente Barack Obama lo hará el próximo lunes.
El gobernador de Luisiana, Bobby Jundal, ha agradecido el apoyo de ambos y ha afirmado que lo que les interesan son las labores de recuperación porque "no es el momento de hacer política en Luisiana".
Obama, que ha cancelado un viaje que iba a realizar a Cleveland para poder ir a Luisiana, afirmó durante un discurso en Texas que el Gobierno federal "seguirá haciendo todo lo que pueda" para ayudar a las víctimas de la tormenta.
"Como país, permanecemos unidos con nuestros hermanos americanos en un momento de necesidad", declaró el presidente, según la cadena CNN.
Obama se reunirá el lunes con las autoridades responsables de responder a los efectos de 'Isaac' para asegurarse de que "las necesidades no satisfechas se satisfacen", según adelantó el portavoz de la Casa Blanca Jay Carney.
Romney, por su parte, se reunió este viernes con Jindal en la parroquia de Jefferson (en Luisiana), donde aún se pueden ver zonas inundadas y árboles derribados por el viento. El candidato republicano dijo que el objetivo de su visita es "llamar la atención" sobre la situación para que "todo el país sepa que la población de este lugar necesita ayuda".
'Isaac', que llegó a la costa del Golfo de México el pasado martes como un huracán de categoría 1 pero luego se debilitó hasta convertirse en tormenta tropical y después en depresión tropical, ha causado la muerte de cuatro personas en Estados Unidos, según las autoridades. Además, unas 630.000 personas seguían sin suministro eléctrico este viernes en los estados de Arkansas, Alabama, Luisiana y Misisipi.
Ahora se están limpiando las zonas afectadas por 'Isaac' y restableciendo los servicios que han experimentado problemas. Este viernes, la Guardia Costera reabrió el río Misisipi desde Baton Rouge hasta su desembocadura para permitir un tráfico de barcos limitado.
Sin embargo, en algunos lugares el nivel del agua sigue siendo alto. El alcalde de Nueva Orleans (en Luisiana), Mitch Landrieu, indicó que algunas personas de la zona metropolitana de la ciudad "han sufrido daños que se suman a los que experimentaron tras el paso de (el huracán) 'Katrina'", en 2005.