Arcángel y la orquesta barroca "Accademia del Piacere" presentan hoy en el Alcázar de Sevilla su espectáculo "Las idas y las vueltas", en el que la voz del cantaor flamenco se mezcla con los compases de la música antigua, en un proyecto que cuenta con dos años de historia y sigue evolucionando.
Por este motivo, han explicado Arcángel y el director de música barroca Fahmi Alqhai que el espectáculo que presentarán mañana en la Bienal de Flamenco será distinto al que estrenaron en el Festival de Granada y del que ha girado por Centroeuropa, además de que contará con la novedad del baile de Patricia Guerrero, primera bailarina del Ballet Flamenco de Andalucía.
Según Arcángel, el este espectáculo, en el que intervienen ocho músicos barrocos, tres flamencos y el cantaor, se debe a que "se han buscado los nexos de unión entre ambas músicas" con "respeto a la tradición, pero con un pie puesto siempre en el futuro".
"Hemos puesto corazón y trabajo, y nadie queda indiferente, y hemos logrado crear comunicación y espectáculo con una fórmula abierta", ya que el espectáculo va sumando y desechando algunos temas, según Arcángel, quien ha asegurado que "el 90 por ciento" del tiempo del espectáculo tocan juntos músicos clásicos y flamencos.
El cantaor, en conferencia de prensa, ha asegurado con humor: "No me asusta la palabra fusión, aunque conozco a los sectores más críticos del flamenco, por desgracia".
"Ninguna música prima sobre la otra; y eso que el flamenco es una música que mancha mucho, en el buen sentido de la palabra, porque tiene unas raíces tan fuerzas que en seguida se nota cuando se mezcla con otra música", ha asegurado el cantaor.
Fahmi Alqhai, director de orquesta barroca "Accademia del Piacere" ha calificado de "solemne tontería" la creencia de que existe una "música culta", como es el caso de la música antigua también denominada barroca, y de otra música que no lo es, como el flamenco.
Es más, Alqhai ha lamentado que existan numerosos músicos clásicos que son incapaces de "salirse del papel", en referencia a la partitura, y que jamás hayan improvisado nada a lo largo de su carrera artística.
Alqhai ha preferido hablar de "mestizaje" antes que de fusión, que ha considerado "un concepto que se utiliza mal", además de que el mestizaje alude al título del espectáculo, ya que tantos del músicos de la "Accademia" como los flamencos han buceado en los cantes más arcaicos y en composiciones de cinco siglo que fueron a América y regresaron, de ahí "Las idas y las vueltas".
Según Alqhai, aquellas composiciones se mezclaron con sones negros y ritmos indios y fueron enriqueciéndose a medida que incrementaban sus idas y venidas por el Atlántico, de ahí que este espectáculo "amplía las fronteras y permite formar un conjunto común del alma y de la parte viva de las dos músicas" partiendo de una mezcla de "melodías de hasta el siglo XV con los albores del flamenco".
"En este caso, el mestizaje ha sido una superación; y en nuestro caso un orgullo por estar en Bienal de Flamenco, algo que no nos corresponde normalmente", ha concluido con humor el director de la "Accademia del Piacere".
