El Club Deportivo Lugo cortó la racha del Murcia, que llevaba dos victorias seguidas, con la lucidez en ataque de Óscar Díaz, que fue el jugador más incisivo de los gallegos y aportó uno de los goles que dieron a su equipo un triunfo de tranquilidad.
Los murcianos fueron apáticos en el Anxo Carro hasta que se vieron con dos goles en contra, uno de ellos de penalti, intentaron rescatar un punto y no se rindieron hasta el último de los seis minutos de descuento, pero al final se quedaron sin premio.
El equipo de Gustavo Siviero frenó al Lugo en el centro del campo a la espera de robarle el balón para acercarse a la portería de Yoel, al que tan solo probó en el primer tiempo el argentino Cristian 'Ruso' García a los diez minutos con un disparo desde la frontal del área.
Al Lugo, que mantuvo al centrocampista Óscar Díaz como referencia en la punta del ataque, le costó avanzar metros ante la oposición de los murcianos y su falta de dinamismo.
En media hora de encuentro únicamente se acercó con peligro al área rival con un lanzamiento cruzado de Rubén Durán, que sustituyó en el once al sancionado Pablo Álvarez, y con otro desde la frontal del argentino Tonetto que obligó a Javi Jiménez a intervenir por primera vez.
Con el partido atascado, sin ritmo ni ocasiones, el Lugo se encontró con un regalo, un penalti claro de Mario Marín a Durán, que el capitán Manu convirtió desde los once metros.
Con ventaja en el marcador, el Lugo se soltó durante unos minutos, buscó el segundo con otro intento de Durán, pero a punto estuvo de marcharse con empate al descanso en un saque de esquina al que no llegó, por poco, Óscar Sánchez.
También a balón parado pudo aclarar el partido Carlos Pita a los dos minutos de la reanudación, pero el centrocampista no acertó a rematar entre los tres palos a pesar de que estaba en el área pequeña.
El Murcia intentó reaccionar y lo que se encontró fue el segundo gol del Lugo en una acción individual de Óscar Díaz, que dejó atrás a todos los rivales que le salieron al paso y definió ante Javi Jiménez.
Los gallegos tenían el triunfo encarrilado y se complicaron la vida a falta de media hora para el final con un error infantil de la zaga que aprovechó Sutil para dar emoción al partido.
El Lugo tuvo la oportunidad de sentenciar el partido con otra ocasión de su jugador más incisivo, Óscar Díaz, pero no lo hizo, sufrió hasta el final y le pudo salir caro si su portero, Yoel, no hubiera desviado, con un excepcional vuelo, un lanzamiento de falta de Matilla.
