La imagen en la Plaza Miguel Ángel es vergonzosa. No se puede calificar de otra manera.
Llevan meses, incluso años, pidiendo una solución. Los vecinos de la plaza Miguel Ángel, y propietarios de bares con terraza no aguantaban más. Han llamado a la línea 48 horas en varias ocasiones, y lo único que habían conseguido hasta ahora era una poda o dos anuales, y el baldeo diario de la plaza, pero nada más.
A finales de la semana pasada, ante la insistencia de los propietarios de viviendas, y la intermediación incluso de la Plataforma Vecinal, acudieron técnicos de la delegación de Sanidad para ver la situación en la que se encuentra la plaza, donde cientos de pájaros acuden cada día para pasar la noche en los árboles. Son tantos que el pavimento de la plaza amanece cada mañana cubierto de un manto de excrementos cuyo olor es nauseabundo, y ha provocado incluso algún que otro incidente, como la reciente caída de uno de los camareros de los bares allí situados, que acabó con la clavícula rota.
Los vecinos se lamentaban de que, a pesar de que la plaza se limpia a diario, las condiciones sanitarias no son las más adecuadas, y pedían medidas más contundentes.
Esta mañana operarios de la empresa concesionaria Grupo Ortiz han comenzado a podar los árboles, aunque los afectados piensan que no será suficiente y que en pocos meses el problema volverá a surgir. No obstante, no todos piensan que la eliminación de los árboles sea la mejor solución.
Por otro lado, y para evitar más caídas, el Ayuntamiento ha pedido a la concesionaria de las brigadas operativas un presupuesto para aplicar algún tipo de tratamiento al pavimento que haga el mármol más rugoso.
