Una ‘manita’ en contra en un Sevilla - Betis desata el éxtasis en el vencedor y destapa una profunda depresión en el perdedor. El resultado del Pizjuán ha dejado abierta una herida de compleja suturación tanto en los jugadores como en el propio entrenador, para muchos, el gran damnificado en la derrota ante el eterno rival.
El plan para ganar de Pepe Mel se redució a cenizas en apenas trece segundos y el poso de desazón que se ha instalado en el vestuario por lo inesperado del desenlace es más que preocupante. En esta tesitura, de todos es conocido el proceso autodestructivo en el que suele entrar el conjunto bético históricamente en cuanto el estado de ánimo se ve mermado de una manera tan sumamente dura.
Por todo ello, la principal misión del técnico verdiblanco se concentra en el impacto psicológico y la terapia de choque necesaria que evite un descalabro en las próximas jornadas que acabe creando un efecto dominó similar al de la pasada campaña.
El calendario de aquí a final de año es más que delicado; pues el Betis tendrá que recibir a Real Madrid, Barcelona y el Mallorca de Caparrós y viajar entre medias a tierras gallegas para enfrentarse a Deportivo y Celta respectivamente amén del choque copero frente al Valladolid. Los de Mourinho serán la primera piedra de toque pararedimirse con una afición que espera que al menos los once que salten al campo den la cara contra el campeón de Liga.
Y si el compromiso colectivo dejó mucho que desear, no fue menos la aportación individual de algunos futbolistas que han quedado marcados para el resto de la temporada en un caso y con vistas al futuro más inmediato en otro.
El cambio de Cañas en el minuto 26 ha sembrado dudas en el roteño, que aún no se explica el por qué de su sustitución. La indolencia de Nelson ha lapidado cualquier posibilidad de reconciliación con un club y con una masa de béticos ya desde hace tiempo reniega de las prestaciones del portugués. Pero por encima de todos, el más afectado en la jornada del post-derbi es Adrián San Miguel. La presión pudo con el joven portero y su error fue a la postre capital en el devenir del encuentro. Lo dicho, toca meditar sobre lo ocurrido.
