La falta de recursos en los Ayuntamientos, en buena parte debido a la asfixia que supone para los pequeños pueblos no recibir las cantidades de dinero que hasta ahora venían percibiendo de grandes administraciones, como la Diputación, rompe la unidad de los pequeños pueblos de la Serranía de Ronda, tras aprobarse la disolución del Consorcio de Municipios Genal-Guadiaro-Serranía de Ronda, una unión de pueblos que fue creciendo con el paso de los años y que, en la actualidad, aglutinaba a la práctica totalidad de los pueblos serranos, salvo la ciudad de Ronda.
Según ha confirmado a RONDA SEMANAL su actual presidente, David Fernández (PSOE), el alcalde de Júzcar, tras la última Junta General del Consorcio, celebrada esta pasada semana, se ha adoptado el acuerdo casi unánime (con un único contrario y una abstención entre un total de 21 municipios) de disolver el consorcio: “La situación económica es la causa. Había varias soluciones, y la mayoría de los pueblos se decantaron por ésta”, indicó el presidente del organismo, al tiempo que precisó: “El Gobierno, con su decreto de ajustes, anuncia la disolución de consorcios y mancomunidades, y es algo que nos ha llevado a tomar la decisión, pero la situación económica ha pesado mucho más. Este año ya no hemos recibido los 30.000 euros anuales del plan de concertación de la Diputación, que ha sido suprimido para el Consorcio. Muchos Ayuntamientos integrantes tampoco pagaban los 300 euros mensuales de cuota que, aunque es una cantidad insignificante, ante situaciones de impago de nómina o deudas con la Seguridad Social, explican los impagos”, indicó Fernández.
En torno a si la Serranía gana o pierde con la decisión, Fernández lo tiene claro: “Perdemos, sin duda. Porque perder la unión entre pueblos tan pequeños supone tener mucho menos peso a la hora de pelear o presionar por recursos para una comarca donde hacen falta muchos recursos, con pueblos pequeños que es difícil que caminen por sí solos”. Con todo, el alcalde de Júzcar insinuó una posible opción de futuro: “Es cierto, sin embargo, que éramos 21 municipios, todos muy diferentes. Es necesario que los pueblos con más afinidad o intereses comunes se agrupen, porque un consorcio tan grande ha resultado ser inviable”, recalcó. Y es que Fernández no dudó en asegurar que “ha faltado unión, y ciertas divisiones han provocado al final esta situación”.
UN LARGO PROCESO
El proceso de disolución será largo, y durará, como poco, un año, según estiman los responsables políticos y técnicos del Consorcio Genal-Guadiaro-Serranía. De hecho, como advirtió David Fernández, “no existen precedentes de la desaparición de un organismo de estas características, así que no sabemos exactamente cuánto puede durar el proceso”, afirmó.
En todo caso, ahora todos los Ayuntamientos, en cada uno de sus plenos, deberá ratificar la decisión de la Junta General.
El Consorcio Genal-Guadiaro-Serranía aglutinaba a los municipios de Algatocín (donde estaba su sede), Alpandeire, Atajate, Arriate, Benadalid, Benalauría, Benaoján, Benarrabá, Cartajima, Cortes de la Frontera, Faraján, Gaucín, Genalguacil, Jimera de Líbar, Jubrique, Júzcar, Igualeja, Montecorto, Montejaque, Parauta y Pujerra. Comenzó aunando servicios técnicos y apoyo a estos pequeños municipios, y actualmente se dedicaba especialmente a desarrollar acciones en materia de formación y empleo, mediante la gestión de los talleres de empleo y escuelas taller concedidas a uniones de pueblos.
