El Complejo Vacacional Isdabe echó el cerrojazo, por temporada baja, el pasado 1 de noviembre. Desde entonces, y hasta que vuelva a abrir sus puertas en el mes de abril, la parroquia permanece también cerrada. Incluso el Padre Luis García Cerero ha tenido que abandonar su vivienda, situada en el mismo edificio.
El complejo residencial para empleados y clientes de las Cajas de Ahorros, que se inauguró en la década de los sesenta, y que cuenta con unas 200 habitaciones, solía cerrar, hasta ahora, un par de meses al año. Así, en ocasiones anteriores, la Iglesia seguía oficiando misa y desarrollando las labores propias de la parroquia. En este caso, y dado que el tiempo de cierre es mucho mayor, no ha sido posible mantener la actividad. Tan solo se imparte la catequesis de los niños del colegio de Isdabe, que cada jueves asisten una hora a us sesiones de catecismo en las instalaciones religiosas.
Puestos en contacto con el Obispado de Málaga, nos remitían a la Fundación Obra Social de Unicaja, señalando que la Iglesia, como institución, no puede hacer nada al respecto, ya que la parroquia no es de su propiedad, sino de las Cajas de Ahorros.
Desde el gabinete de comunicación de Unicaja se insiste que su fundación es solo una de las muchas cajas que son socias en este complejo. No obstante, nos ofrecen las respuestas que pedimos.
Efectivamente, el complejo vacacional cierra por temporada baja, “como otros muchos hoteles” y por ello es imprescindible cerrar también la parroquia, “pero se ha hecho en todo momento de manera consensuada con el Padre Luis”, indican.
Según explican, se ha acordado que se oficien las ceremonias religiosas en las dos residencias de ancianos de la Junta de Andalucía, situadas en la misma barriada de Isdabe. Continuarán también en la capilla de Cancelada, que depende asimismo de este mismo párroco.
El Padre Luis se mostraba afectado cuando dio la noticia a los padres de los niños que van allí semanalmente a prepararse para hacer la Primera Comunión. No es de extrañar, pues lleva más de 30 años en esta Iglesia, que nunca antes había cerrado sus puertas a los feligreses.
Así, en principio, los pequeños serán los únicos que no se verán afectados. El único inconveniente es que los vehículos no pueden entrar en el recinto, como sucedía hasta ahora. Desde Unicaja indican que “se ha permitido que los niños sigan acudiendo a catequesis porque ese día tenemos una persona de mantenimiento en el complejo”.
¿Se construirá un hotel?
No obstante, los rumores de que se pudiera vender el complejo vacaciones, o que se transforme en hotel, estaban a la orden del día entre los progenitores.
No hay que olvidar que siendo alcalde el socialista David Valadez, el Ayuntamiento concedió una licencia municipal de obras para la adaptación y reforma del complejo residencial de Isdabe con el fin de convertirlo en un hotel. Esta actuación estaba promovida por la mercantil Isdabe SA.
Todo hacía indicar que en el verano de 2011 la barriada esteponera de Isdabe tendría un complejo hotelero de tres estrellas.
Estaba previsto que el establecimiento hotelero contara con 63 habitaciones y se ubicara en primera línea de playa. El complejo se completaría con la ejecución de 33 plazas de aparcamiento en superficie para cumplir con las normas particulares del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), según informó en su momento el Consistorio esteponero.
En 2010 el entonces alcalde, David Valadez, aseguró que la construcción del primer hotel de la barriada de Isdabe era “una buena noticia”, ya que esta inversión privada motivaría el aumento de la oferta turística y, por tanto, la diversificación de la economía. El regidor resaltó además la creación de nuevos puestos de trabajo.
Ahora, dos años después de aquella aprobación en pleno, nada se ha hecho al respecto. Por ello las dudas continúan surgiendo entre los vecinos de la zona, que temen que finalmente se comience a trabajar en la zona, y sea éste el motivo por el que este año se ha cerrado durante cinco meses y no dos, como venía siendo habitual.
Las alarmas se dispararon aún más cuando, en medio de una sesión de catecismo, tres varones “trajeados” se pasearon por las instalaciones, incluso dentro de la Iglesia.