La mayoría de los árboles naturales utilizados para adornar la casa durante Navidad quedarán muy dañados, sino directamente muertos, después de varias semanas expuestos a las calefacciones, por lo que su futuro más probable pasa por la trituradora de los servicios municipales, que suelen convertirlos en abono, según ha explicado a Europa Press el director técnico del Colegio de Ingenieros de Montes, Jesús González Capitán.
"La tasa de supervivencia es bastante baja porque en casa está muy cerca de la calefacción, que estropea el árbol. Si sobrevive alguno es el que ha estado en el balcón, pero en el 95 por ciento de los casos el árbol va a estar dañado, sino muerto", ha explicado el experto.
Por ello, ha recomendado que después de las fiestas navideñas se lleven los árboles a los viveros municipales o a dónde los ayuntamientos estimen oportuno para su reciclaje, y ha advertido del riesgo de plantar estas especies de árboles, con frecuencia no autóctonas, en el monte.
Sobre el futuro de los árboles una vez que se depositan en los servicios municipales, ha explicado que en ocasiones son utilizados por los municipios para ser plantados en algún parque, "si es que llega alguno que se puede recuperar", aunque "lo más normal es que los trituren y los utilicen como abono para los jardines". "Esa es la vida de estos árboles después de la Navidad", ha señalado.
Pese a la aparente 'crueldad' de este destino, el experto ha defendido la utilización de este tipo de árboles naturales como adornos navideños en lugar de los de plástico, porque en última instancia "se reciclan" y "son más ecológicos" que los productos sintéticos. De hecho, desde hace años los alumnos de Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Montes venden cada año alrededor de 1.000 ejemplares durante el mes de diciembre.
González también ha advertido en contra de la práctica de llevar el árbol al monte y plantarlo allí con la esperanza de prolongar su vida. En este sentido, ha indicado que la mayoría de ejemplares que se utilizan como árboles de navidad son del norte de Europa, ya que son las especies "que mejor se asocian a lo que es un árbol de Navidad, debido a las películas", y pueden dañar el ecosistema en el que se planten.
"Las temperaturas del norte de Europa no son las que hay aquí. Si estos árboles se plantan, van a vivir mal y, en el caso de que lleguen a prosperar, que no es muy probable, podrían llegar a evitar la expansión de ciertas especies autóctonas, invadiendo su territorio --ha explicado--. Por eso siempre decimos que no se lleve al monte y se plante".
En general, según ha explicado, se trata de especies extranjeras cultivadas en viveros españoles, sobre todo en Cataluña y Navarra. Sí que pueden ser plantadas en jardines, con fines ornamentales. "En flora ornamental se utilizan un montón de especies que no son de aquí y no pasa nada", ha indicado.
Preguntado por la frecuencia con que se usan este tipo de árboles naturales en lugar de los de plástico, el experto ha lamentado que en "en momentos de crisis económica", como el actual, la gente tiene "menos conciencia ecológica" y opta por adornos de plástico que no contribuyen a mejorar el medio ambiente, cómo sí consiguen hacer los árboles naturales. "La crisis nos hace perder esa conciencia", ha concluído.