En estos tiempos que vivimos la imaginación de muchas personas es fundamental para poner en marcha iniciativas que sirvan para recaudar dinero para causas solidarias. Es el caso de la recogida de tapones de corcho y plástico que se ha hecho muy popular desde hace tiempo.
En Ronda también se están recogiendo estos tapones por parte de la Asociación Fidelis et Fortis. Lo conseguido va a tener un fin inmediato: colaborar en la operación de dos pequeños 7 y 10 años, Antonio y Virginia, que sufren una enfermedad conocida como rara y cuyos padres necesitan dinero para el tratamiento.
La presidenta de Fidelis et Fortis, Carmina Fernández, informó que la asociación empezó a recoger los tapones que se han entregado a la sede de la federación y en el Punto Limpio de la Delegación Municipal de Medio Ambiente. La campaña ha superado las previsiones y la anterior entrega se realizó en un trailer que no puede volver a prestar este servicio, por lo que esta última remesa se entregará directamente a una familia de Júzcar.
Además anunció que la asociación se ha ofrecido a seguir recogiendo estos tapones para sufragar los gastos del futuro comedor social que se pretende poner en marcha en la ciudad además de agradecer la colaboración del Ayuntamiento y de todos los voluntarios.
El Ayuntamiento también ha colaborado en esta causa poniendo a disposición de la asociación un camión que transportará los tapones. La concejal delegada de Bienestar Social, Concha Muñoz, anunció que se va a colaborar en la operación de estos dos pequeños con el traslado de todos los tapones que se han recogido y que supondrán una cantidad económica que ayudará a costear la intervención.
La operación será en Jerez y un médico ruso viajará expresamente hasta esta ciudad para ello. La concejal agradeció el esfuerzo de los voluntarios que han ido recogiendo estos tapones que se seguirán recopilando para intentar poner en marcha nuevas iniciativas.
Por último el delegado municipal de Medio Ambiente, Rafael Flores, se mostró satisfecho por la iniciativa solidaria, por poder ayudar a estos pequeños y también por la vertiente medioambiental que supone recoger estos tapones para su posterior reciclaje.
