Un total de 40.000 euros. Es la cantidad que debe el Consistorio de El Puerto a la asociación APADENI, correspondiente a la subvención de los años 2011 y 2012. Una entidad que, diariamente, atiende a unos 35 niños y 18 adultos que sufren distintas minusvalías como autismo o síndrome Down. Actualmente, en el centro cuenta con cinco trabajadores, pero, sin embargo, su número se ha visto reducido desde el momento en el que la crisis comenzó a dar sus primeros pasos. “Antes éramos siete personas, pero con la llegada de la crisis y los retrasos en el Ayuntamiento, hemos tenido que recortar la cifra”, explica la presidenta de APADENI, Pilar Sánchez.
Cabe destacar que, actualmente, la organización sobrevive de las aportaciones de los padres (125 euros mensuales), así como algunos restos de la subvención de años anteriores. Sin embargo, y ante el temor de que los recursos poco a poco se vayan diluyendo, la asociación ha tenido que incentivar su imaginación. “Hacemos rifas y, algunas veces, tenemos que meter una cuota extra, pero ahora los padres están en paro y la verdad es que les cuesta la misma vida afrontar esto”, puntualiza Sánchez.
Este centro, fundamental según indica su propia presidenta, ya que ofrece un apoyo a los niños y enseña cómo enfrentar a los adultos la vida. “A los niños les ofrecemos clase de apoyo y logopedia, que mientras que hasta que crecen deben hacerlas, y a los más mayores se les prepara la vida adulta, haciendo cursos de jardinería, informática, enseñándoles a cocinar o a realizar algún trámite en la administración”.
Además, habría que hacer hincapié en que, hace unos años, esta asociación contaba con otro tipo de financiación de subvenciones que solicitaban a diferentes entidades bancarias. No obstante, “y ahora como está la cosa, sabemos que es mucho más difícil”.
Apuntan desde APADENI que los padres “estamos haciendo un sobreesfuerzo” para continuar, pero que de verse “con la soga al cuello, tendremos que reunirnos con el Ayuntamiento para ver cuándo van a pagar”. En este sentido, sostienen que sería interesante que el Consistorio, “si no puede afrontar la deuda entera, la vaya pagando por parte, pero al menos nos dé un balón de oxígeno para poder continuar con la actividad”.
