El director deportivo del Sevilla ha tomado un papel protagonista en el ‘caso Biris’ desde que en verano se consumase la ruptura entre el colectivo y la directiva. Monchi viene pagando los platos rotos de varias temporadas cuanto menos mediocres. Y su responsabilidad tiene, como es lógico. Pero no todo en un club es fichar bien, gastar poco y ganar títulos, al menos para entidades como la del Sevilla, lejos de los todopoderosos europeos. Por ello, el trato al socio, la amabilidad con sus fieles y la facilidad con los futuros sevillistas es, o debiera ser, una de las piedras angulares para el Sevilla y para muchos otros.
Desafortunadamente, este trato viene brillando por su ausencia y Biris, con o sin razones, puede dar buena cuenta de ello. Hoy, por fortuna podemos contar que todo volverá a lo ‘normal’ y que el de San Fernando tiene buena culpa de ello. Muchos meses en la sombra, con decenas de reuniones para que mañana la grada vuelva a ser un clamor. Por el equipo, por la afición..., lo cierto es que Monchi ha dado la cara.