El Ministerio de Defensa quiere que los militares contribuyan a difundir el mensaje de que "es preciso realizar inversiones en Defensa" y, en concreto, les pide en un argumentario que acaba de elaborar que transmitan que el gasto militar "merece el mismo trato que otras inversiones como las realizadas en infraestructura, educación o sanidad".
Ésta es una de las "ideas clave" que el Ministerio dirigido por Pedro Morenés quiere que los miembros de las Fuerzas Armadas tengan en mente cuando hablen en entrevistas, discursos, reportajes o en "cualquier otra actividad que pueda atraer la atención o interés de los medios de comunicación" y que les expone en la primera 'Guía básica de comunicación estratégica', a la que ha tenido acceso Europa Press.
El documento busca que los militares ofrezcan "unidad de criterio" en asuntos como el papel de las Fuerzas Armadas en la sociedad y temas de interés como la crisis económica, la industria de defensa y los repliegues de Afganistán y Líbano. La guía se incluye en una nueva directiva sobre comunicación estratégica, en la que el Ministerio proporciona "directrices básicas" sobre una cuestión a la que quiere otorgar una "prioridad equiparable" a áreas como la Logística y la Inteligencia.
Así, responsabiliza a las autoridades del Ministerio y a los jefes de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas del desarrollo de la comunicación estratégica dentro de sus ámbitos de responsabilidad y de acuerdo con las directrices del Departamento. El objetivo es que proporcionen "a una audiencia seleccionada" información "veraz y oportuna", para así "reforzar su apoyo a los objetivos específicos de la organización".
El Ministerio insiste en que los mensajes que se transmitan deben ser "creíbles y consistentes". "Debemos comunicar siempre la verdad. Debemos enfatizar en nuestros mensajes que siempre comunicamos la verdad", afirma la directiva, que hace hincapié en que la "consistencia" de sus mensajes debe basarse "en la credibilidad" y avisa de que "los primeros ataques" a la comunicación del Ministerio se van a dirigir "precisamente a esta credibilidad".
COORDINACIÓN PREVIA PARA BUSCAR UN MISMO EFECTO
A partir de aquí, anima a trabajar en un "esfuerzo único". Para ello, establece que "las ideas, mensajes, imágenes o acciones" que se transmitan "deben contar con una coordinación previa e ir dirigidas a provocar un mismo efecto". "Cada idea necesita unos mensajes que a través de diferentes vectores (conferencias, web, redes sociales, imágenes, etc) la modulen para conseguir el efecto deseado en las distintas audiencias", explica.
La directiva avisa de que la comunicación "no tiene fronteras" y puede hacerse por "múltiples medios y plataformas, desde los más tradicionales", como los medios de comunicación o las conferencias, a los "más innovadores", entre los que sitúa Twitter, Youtube o jornadas de puertas abiertas.
Y recalca que las directrices del Ministerio "deben ser aceptadas" por "todos" los militares, para poder "mantener una misma línea de acción", porque "todos los miembros de las Fuerzas Armadas son potenciales comunicadores, tanto por sus acciones como por sus omisiones". "Cada noticia, cada imagen, cada acción, transmite un mensaje y forma parte voluntaria o involuntariamente de la comunicación estratégica", avisa.
Esta nueva política responde al mandato de la Directiva de Política de Defensa, aprobada por Morenés el pasado octubre, y que instaba a crear una 'oficina de comunicación estratégica' en el Ministerio. Por lo pronto, se ha aprobado una directiva sobre comunicación que encarga al director del gabinete técnico del ministro la elaboración y distribución de las "ideas clave" sobre la que "construir" la comunicación estratégica, que las diferentes autoridades de Defensa "desarrollarán en sus ámbitos de responsabilidad".
En la 'Guía básica' anexa a la directiva, y que se pretende ir "actualizando", el Ministerio presenta sus objetivos y recoge los mensajes que quiere transmitir, enmarcados en varias categorías: idea principal, mensajes auxiliares y otros temas de importancia.
"ALINEADOS EN UNA MISMA DIRECCIÓN"
Se trata de un conjunto de "orientaciones básicas" destinadas a los miembros de las Fuerzas Armadas, y en "particular" para las autoridades con cometidos de mando y dirección, que "participen en entrevistas, efectúen discursos, aparezcan en reportajes o realicen cualquier otra actividad que pueda atraer la atención o el interés de los medios de comunicación", para que los mensajes que comuniquen "en todos los ámbitos" aparezcan "alineados en una misma dirección".
El "principal objetivo" es "transmitir a la sociedad española la labor que las Fuerzas Armadas realizan en beneficio de la Seguridad y la Defensa de España, de los españoles y de los intereses nacionales de manera permanente tanto en territorio nacional como fuera de él, cerca y lejos de nuestras fronteras". Como objetivos secundarios cita la contribución al "fortalecimiento de la imagen de España" y el apoyo de los objetivos de las operaciones en el exterior, entre otros.
Por ello, el "mensaje principal" de la comunicación estratégica del Ministerio es que las Fuerzas Armadas "garantizan la Seguridad y Defensa de España, fundamento sobre el que se asienta el progreso estable y el desarrollo sano de nuestra sociedad y de los principios que la rigen". "Sus miembros trabajan por nuestra seguridad todos los días, dentro y fuera de nuestras fronteras; no los vemos pero podemos percibir el resultado de su trabajo: un sociedad que vive segura y que puede desarrollarse en paz", agrega.
Como complemento a esta "idea-fuerza", el Ministerio enumera otros nueve "menasjes auxiliares". Entre ellos, recalca que la Seguridad y Defensa de España es una responsabilidad del Gobierno de la Nación y "ningún otro ámbito de la Administración del Estado" tiene competencias en esta materia.
También destaca que los valores y principios de las Fuerzas Armadas "ayudarán a conseguir los objetivos de España como nación" y contribuirán a la "recuperación" del país e insiste en que España "es una gran nación, que debe aspirar a tener una Defensa acorde a su peso específico".
Finalmente, presenta cinco temas específicos sobre los que da "orientaciones" a los militares: crisis económica y capacidades militares; reestructuración orgánica del Ministerio; industria de Defensa; repliegue de Afganistán y Líbano, y valores militares.
Sobre la crisis, defiende el discurso de que la situación económica "ha obligado a imponer medidas de control y reducción del gasto muy duras, sobre unos presupuestos ya de por sí mermados" y avisa de que para "conservar" las capacidades que garantizan la Defensa de España, que todavía se mantiene, es "preciso realizar inversiones en Defensa".
En relación con la Industria de Defensa, recalca que es "una capacidad fundamental" para la seguridad y la soberanía de la nación, que se ha creado "con el esfuerzo de todos los españoles" en "décadas de esfuezo". Por eso, sostiene que los militares deben "apoyar y dimensionar" a este sector para "garantizar su existencia.
En el capítulo de las misiones, recoge la idea de que las fuerzas afganas y libanesas están "cada vez más preparadas y casi ya listas para garantizar" la estabilidad de sus países, aunque las tropas españolas no deben "bajar la guardia" en el repliegue.
Finalmente, anima a defender que los militares son "ejemplo de unidad, honestidad, generosidad y valentía para la sociedad a la que sirven", como personas "con una elevada moral, una formación sólida y la preparación adecuada para afrontar los retos del mundo actual".