La Consejería de Salud y Bienestar Social ha denunciado un posible fraude en la prestación de los servicios de la empresa Pasquau, adjudicataria de los servicios de transporte programado y urgente en el Hospital Ciudad Sanitaria de Jaén.
En un comunicado, el departamento de María Jesús Montero ha indicado que se ha puesto en conocimiento de la justicia una situación anómala que se había detectado en la relación contractual que mantiene actualmente con la adjudicataria.
En este sentido, ha señalado que los responsables económicos del centro jiennense del Servicio Andaluz de Salud (SAS) habían sospechado de un posible fraude en la prestación de los servicios que esta empresa tenía comprometida al haber falsificado la firma del responsable del SAS produciendo facturas falsas.
Una vez que se detecta esta situación, se abre una investigación interna encaminada a la confirmación o no de las sospechas, para lo que se solicita a la empresa toda la documentación necesaria para la comprobación de los hechos.
Finalmente, el SAS ha decidido poner en conocimiento de la autoridad judicial esta sospecha fundada de fraude, dado que las posibilidades de investigación con medios propios había llegado al límite. Junto con la denuncia, se traslada al juzgado toda la información derivada de este expediente de investigación instruido en los centros.
Junto a esto, existe otra investigación interna ahora mismo en curso, en el Hospital Virgen de la Victoria de Málaga, que se está instruyendo para comprobar otra sospecha de fraude respecto a la prestación de los servicios que tiene contratada esta entidad. Para ello, se ha solicitado a la empresa toda la información necesaria.
Además, se ha solicitado la Inspección Provincial de Servicios Sanitarios que compruebe si realmente el servicio que se ofrece es el acordado mediante concierto.
La Consejería de Salud y Bienestar Social está al corriente de todos los pagos con esta empresa, que acumula importantes deudas en el abono de las nóminas de sus trabajadores. El concierto con el Hospital de Jaén, donde se ha detectado esta anomalía, se remonta a 2007 y cuesta al SAS 17 millones anuales, mientras que el del Hospital Virgen de la Victoria, de la misma fecha, supone 2,5 millones de euros al año.