Han pasado cinco meses desde que, el 5 de octubre, Antonia González Osuna fue hallada muerta en su domicilio. Unas semanas después, tras las investigaciones de la Policía Nacional, que en un principio creyeron que se trataba de un suicidio, comenzaba el conocido como ‘crimen de la enfermera.
Los agentes de la Policía Nacional detuvieron al esposo de la víctima como presunto autor de su muerte, y el Juzgado de Violencia de Género decretó su inmediata entrada en prisión. Ahora, cinco meses después, el fiscal jefe de la Audiencia Provincial, Carlos Rueda, informa de que aún no se ha producido la acusación. Por su parte, el abogado defensor del imputado, J. A. P., solicitó la excarcelación de su defendido, pero fue denegada por el juzgado. Según explicó al periódico aún faltaban pruebas por llegar, algo que a día de ayer continúa en la misma situación según confirmó el despacho del abogado. Por el momento no se ha vuelto a pedir la puesta en libertad del imputado, pero no se descarta que pueda volver a formalizarse. Por el momento, sólo el Instituto Andaluz de la Mujer se ha personado como acusación particular en el crimen de la enfermera.