Presta una labor encomiable, sin ánimo de lucro pero, sobre todo, muy necesaria para las 215 personas que a diario acuden a este lugar para poder llevarse algo a la boca. Hablamos del Comedor Social Emaús, que teme un inminente cierre de sus instalaciones en la localidad por la deuda acuciante, consecuencia del incumplimiento, por parte del Ayuntamiento de Estepona, de un convenio suscrito en abril de 2010.
En los últimos meses han dirigido un total de tres escritos al Consistorio. El primero de ellos el 9 de marzo de 2012, el segundo del 8 de febrero de este año, y el último del pasado 5 de marzo. En todos estos escritos se recuerda que en el convenio, suscrito durante el Gobierno de David Valadez, se acordó el pago mensual de las arcas municipales de 4.000 euros (3.000 para el pago de los cuatro trabajadores que prestan sus servicios, y 1.000 euros en alimentos). Pero desde el mes de noviembre de 2010 los compromisos cayeron en saco roto. Estaban todavía en el poder los socialistas, que esgrimían que no había dinero para hacer frente al acuerdo. Por aquel entonces, los populares desde la oposición, criticaban lo que ocurría y hacían promesas de que cuando gobernaran se pagarían religiosamente los 4.000 euros mensuales que harían posible la continuidad de este servicio, que hace posible que tantas familias puedan almorzar, cenar (mediante pic nic) y desayunar. Como dato orientativo de la imprescinidble labor que realizan es que solo en los meses de enero y febrero de este año el Comedor Social de Emaús ha servido 28.325 comidas.
Pese a aquellas promesas del PP antes de hacerse con la alcaldía, cuando llegaron al poder en mayo de 2011 todo cayó en el cajón del olvido y la actitud fue exactamente la misma que la de sus antecesores: no pagar. El Ayuntamiento, encabezado por José María García Urbano aseguró desde un primer momento que no había dinero para colectivos sociales y eliminó de un plumazo toda ayuda que pudiera existir. Sin embargo, no se comunicó de manera oficial la ruptura del convenio con Emaús, lo que implica que el acuerdo sigue vigente.
Esta asociación benéfica en su último escrito argumenta:“Sabemos lo duro que sería para todos nosotros el tener que cerrar el Comedor de Estepona, no hemos querido asustaros de antemano, pero la cosa está muy difícil por el incumplimiento por parte del Ayuntamiento del convenio municipal”. Y añaden: “Nos vemos agobiados económicamente y no quisiéramos que se vieran perjudicadas las personas que acuden a diario al comedor social, por carecer de recursos básicos”. Y es que el déficit que arrastra este comedor supera a día de hoy los 105.000 euros.
Más claro no puede ser el escrito, en el que se reitera el mensaje lanzado en documentos anteriores. El convenio estipulaba la atención a 100 personas diarias, cuando a día de hoy se atiende a 215. Y todas ellas reciben el servicio derivados por el propio Ayuntamiento, a través de la delegación de Bienestar Social. Es decir, el convenio sigue vigente para el Consistorio en el sentido de prestar el servicio, pero no a la hora de abonar la cantidad estipulada.
Se condona una parte
En un primer momento el colectivo decidió condonar la deuda pendiente entre noviembre de 2010 y todo 2011 si el Ayuntamiento abonaba la cantidad correspondiente a 2012. pero el dinero nunca llegó. Es más, según consta, “el pasado mes de diciembre se abordó de nuevo el tema, teniendo contestación telefónica a través de la secretaria del alcalde en el mes de enero de que el Ayuntamiento no hará ninguna aportación económica al comedor”.
El pasado 1 de marzo, tras la celebración de una Asamblea General, se decidió insistir de nuevo en las peticiones y se decidió renunciar “por amor a Jesús” también a los 48.000 euros correspondientes al año 2012. Pero el escrito se presentó por Registro general en el Ayuntamiento el 5 de marzo, y no ha habido respuesta alguna por parte del equipo de Gobierno, lo que lleva a pensar que no habrá cambio alguno en todo este asunto.
El impago ha llevado a la asociación benéfica a una situación asfixiante, que podría derivar en el cierre definitivo. De ser así, ¿qué pasaría con las 215 personas que comen allí a diario?
