Los dos etarras detenidos este martes en Guipúzcoa, Jon Lizarribar Lasarte y Rubén Gelbenztu ya habían sido detenidos el 20 de octubre de 2004 en el centro de Francia, según los datos recogidos por Europa Press. Se les acusaba de integrar el 'comando Basajaun' de ETA.
Sobre Lazarribar pesaba entonces una orden de busca y captura internacional dictada por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón. Había huido el 18 de noviembre de 2003 de la cuarta fase de la operación policial contra el aparato de captación de ETA que llevó a cabo la Policía en País Vasco y Navarra a finales del pasado año.
Tras su fuga, el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón dictó contra él una orden internacional de detención en un auto con fecha de 21 de noviembre de 2003. El magistrado le consideraba huido junto con Egoitz Arbolaza Tellechea del operativo que propició la detención aquel día de 14 personas en las comunidades autónomas antes citadas y Sevilla. En esa operación sí fue detenido Gelbentzu, aunque posteriormente quedó en libertad y también huyó a Francia.
Lizarribar fue arrestado en un control de carretera de la Policía francesa después de escapar durante varios kilómetros en un coche robado, cuyo dueño denunció la sustracción por parte de un miembro de ETA. El Tribunal Correccional de París le condenó el 5 de diciembre de 2007 a seis años de cárcel al haberle encontrado culpable de pertenencia a ETA. Se le prohibía igualmente pisar territorio francés una vez cumplida la condena.
DOCUMENTACIÓN DE ETA EN FRANCIA
Según los datos recogidos por Europa Press, en unos documentos intervenidos a Juan Antonio Olarra Guridi, ex jefe del aparato militar de ETA detenido el 16 de septiembre de 2002, aparece una referencia expresa al 'comando Basajaun', llamado así por el nombre de una deidad de la mitología vasca, y otra a 'Izarbeltz'.
Según el auto de Garzón Jon Lizarribar es 'Izarbeltz 1' y Rubén Guelbenzu es 'Izarbeltz 2'. Ambos formaban parte de un grupo operativo que contaba con varios satélites 'legales', a los que se les atribuye varias acciones terroristas, fundamentalmente en Navarra.
Ahora han vuelto a ser detenidos por su presunta implicación en cuatro atentados sin víctimas mortales en Zaragoza y Navarra. La Guardia Civil llega a esta conclusión tras el análisis de diversas documentación incautada a dirigentes de ETA en Francia.