La selección española se medirá este domingo a la selección brasileña (00:00/Telecinco) en la final de la Copa Confederaciones, que se disputará en el mítico estadio de Maracaná, y buscará su tercer título internacional de manera consecutiva tras el Mundial del año 2010 y la Eurocopa del 2012.
El momento por el que todo el mundo futbolístico suspiraba ha llegado. La campeona del Mundo desafía a la pentacampeona mundial en su casa pero no en el recibidor, ni en la terraza. España va a desafiar a Brasil en la habitación más bonita y con más historia de la gran mansión futbolística que es el país de Brasil: Maracaná.
Parece fácil usar el tópico 'Maracanazo' para el partido de este domingo en caso de que España ganase, pero sería faltarle el respeto a una selección que lleva 29 partidos oficiales sin conocer la derrota y que es la actual campeona del Mundo y de Europa. España se presenta en Maracaná como favorita a ganar la final y eso es algo que en la historia del fútbol español no se habían atrevido ni a soñar.
Aunque el balance histórico no es favorable a la selección que entrena Vicente del Bosque. En partidos oficiales, España y Brasil se han visto las caras en cinco ocasiones (Mundiales de 1934, 1950, 1962, 1978 y 1986) y tan solo en la primera de todas, hace ya casi 80 años, salió victorioso el equipo español (27-5-1934, 3-1). Lo demás, cuatro derrotas que incluyen episodios tan dolorosos como el 'no gol' de Míchel en Jalisco en México 1986 y el fallo de Cardeñosa ocho años antes en el Mundial de Argentina.
Pero esta generación es otra. Es una generación sin miedo y que solo sabe ganar. Es la de las Eurocopas y la del Mundial de Sudáfrica. La que acaba con sus fantasmas y los hace peluches para su habitación. Este domingo, España tiene la oportunidad de poner el broche de oro a un lustro histórico. El de brillantes ya vendrá (si acaso) el año que viene en el Mundial.
NEYMAR CONTRA EL TOQUE.
Pasando de lo romántico a lo futbolístico, Vicente del Bosque parece que va a repetir su once tipo de esta Confederaciones con la salvedad de que Torres volverá a suplir a Soldado. El valenciano sigue arrastrando molestias y parece que el de Fuenlabrada volverá a ser el 9 de la selección. Fabregas, por su lado, sí que parece que llegará a tiempo, con lo que entrará de nuevo en el once en detrimento de David Silva.
Por lo demás, pocas novedades en el conjunto español. En un clima y a una hora más aceptables, España espera poder recuperar su juego de toque, combinación y dominio que le ha llevado a la cima del mundo futbolístico y que Italia consiguió desarbolar en gran parte el jueves. Las cartas españolas se saben desde antes de que empiece la partida ¿Y las de Brasil?.
La selección 'canarinha' juega en casa y quiere dar un golpe en la mesa. En una competición en la que han vivido de la efectividad y de los chispazos de Neymar, están ante la oportunidad de demostrarle al mundo que la 'verdeamarelha' ha vuelto. Tras los fiascos del último Mundial y de la última Copa América (en ambas citas cayeron en cuartos) esta competición es su oportunidad de llegar a 'su Mundial' como rival a batir.
Scolari tampoco hará experimentos. Lo que sí ha hecho es zanjar a su manera el tema del calor y del día menos de descanso que ha disfrutado el equipo español en el camino a la final. "España ha jugado un partido menos, que fue el de Tahití. La selección española, que guardó a todos sus titulares, pudo descansar ese día", aseguró el técnico brasileño. Esas palabras, unidas a la diplomacia de Del Bosque en el asunto, acabaron con esa polémica.
El once que disponga 'Felipao' será el mismo que lleva usando todo el campeonato. Es decir, mucho orden táctico y supeditados en gran medida a lo que haga Neymar. El crack de Mogi Das Cruces, a sus 21 años, ha superado con nota su primera gran cita a nivel mundial y querrá poner el colofón a una Confederaciones en la que ha sido la gran estrella de Brasil.
La cita será este domingo, en el minuto exacto en el que el último día de la semana pase al primero de la siguiente cuando el balón empiece a rodar. La mejor selección de la historia y la mejor de la actualidad lucharán por la gloria en el estadio más emblemático del Mundo.