Disgusto, pena e incertidumbre creó el Decano tras caer vapuleado por 3-0 ante el San Roque en el estadio Ciudad de Lepe. Los albiazules se merecieron perder, dieron síntomas de flaqueza en la línea defensiva, no estuvieron frescos de ideas en el centro del campo y sus delanteros no dispararon en ninguna ocasión entre los tres palos. Queda mucho trabajo por delante pero como decía el exentrenador recreativista, Marcelino García Toral, “para ascender hay que perder y probar en pretemporada”. La mejor noticia del encuentro fue que aún queda cuatro semanas por delante para que arranque el campeonato de Liga.
El primer once que alineó Sergi Barjuan fue con Cabrero, en portería; Araujo, Álvaro Vega, Morcillo, Cifu, en defensa; Dimas, Álvaro Antón, Jorge Larena, en el centro del campo; y Ezequiel, Linares y Jonathan Valle, en ataque.
Los albiazules arrancaron el choque dominando, meciendo el balón de un área a otra y con escasa profundidad. El San Roque, por su parte, permaneció bien plantados atrás, cómodo sin el control de la posesión y con un contragolpe veloz y voraz. Así, un error en un pase en el centro del campo del portugués, Jorge Araujo, provocó la salida como una flecha del aurinegro Selu al área recreativista y en su intento de centro a Suanes apareció crucialmente Morcillo que disipó el peligro. La réplica visitante llegó con un cabezazo desviado de Linares a centro de Jonathan Valle, éste último el jugador más inspirado pero falto de gasolina.
A los 22 minutos, una buena triangulación entre Valle, Álvaro Antón y Ezequiel acabó con un disparo alto del ex del Guadalajara en el punto de penalti. Dos minutos después los aurinegros dispusieron de la mejor ocasión del partido. El lateral zurdo, Ramírez, lanzó un libre indirecto al área pequeña recreativista y Hornillos cabeceó a escasos centímetros de la portería defendida por Cabrero. El Decano se encontraba falto de ideas y el San Roque comenzó a creerse que podía ganar el encuentro. El mediapunta Selu tiró desde 40 metros y en el 30’ Carlitos Ruiz recortó a Álvaro Vega, fusiló a Cabrero y adelantó a los suyos en el marcador.
A partir de ahí, el Recreativo estiró líneas y se acercó con mayor peligro, pero sin fortuna. Se sucedieron las oportunidades buscando el gol del empate antes del descanso. Jorge Larena disparó desviado, Vega cabeceó un corner botado por Antón pero hasta el minuto 45 no llegó el primer tiro a puerta para los albiazules. Se llegó al descanso con el ‘Sanrocazo’.
Tras la reanudación Sergi modificó casi todo el equipo y tan sólo el zaguero Álvaro Vega repitió en el campo. Entraron Luisma, Córcoles, Ruymán, Tomás Girón, Jesús Vázquez, Montoro, Josmar Zambrano, Arana, Alexander y Joselu. No cambió en absoluto el guión del partido.
Quizás por las dimensiones del campo, por el rival o por la todavía escasa asimilación de los conceptos tácticos en los futbolistas o quizás sea por todo un poco, pero el Decano daba síntomas de debilidad ante un equipo que va a jugar esta temporada en Tercera división.
El centrocampista Montoro envió una pelota por encima del meta local, Josemi, y Vega cabeceó otro corner sin éxito. Los albiazules, sin ideas y con un presumible exceso de jugadores en el centro del campo, no empataron y vieron como el San Roque les hacía un auténtico traje.
Éxtasis auriengro
Alejandro Ceballos, técnico local, metió en el campo al venezolano a prueba, Leo, y tanto en el 69’ como en el 74’ metió dos goles a centros de Mustafá. En el primer tanto controló y disparó por bajo a Luisma y en el segundo cabeceó tras un error de Álvaro Vega. Los aurinegros se crecieron y su afición coreaba ‘olés’ en la grada ante la empanada recreativista, que no tuvo dignidad para paliar el resultado. No pasó nada más. El Recre suscita dudas y el San Roque demostró no ser la típica ‘María’ de verano y le metió tres duras punzadas.
