Al menos 19 personas han muerto y otras 66 han resultado heridas de diversa consideración por una serie de seis explosiones registrada este miércoles en varios barrios de la capital iraquí, Bagdad, han informado fuentes policiales y médicas.
Las explosiones se han registrado simultáneamente y suponen la última serie de ataques de la peor ola de violencia que ha sufrido el país en los últimos cinco años.
El Gobierno iraquí, liderado por chiíes, atribuye a milicianos insurgentes suníes vinculados con Al Qaeda el aumento de los atentados con bomba perpetrados en Irak, en su mayoría contra objetivos civiles chiíes.
Uno de los peores ataques de este miércoles ha sido la explosión de una bomba de carretera cerca de un mercado lleno de gente en el barrio de mayoría chií de Sadriya, un atentado que ha matado a cuatro personas y ha dejado catorce heridos.
Cientos de iraquíes pierden la vida cada mes en atentados similares desde comienzos de 2013. La creciente violencia en Irak ha hecho aumentar el temor a que el país vuelva a sumirse en una época como el periodo 2006-2007, cuando decenas de miles de personas murieron víctimas de la violencia sectaria.