El alcalde de Jaén, José Enrique Fernández de Moya, permitirá que el billete de autobús suba un 1’4 por ciento, a pesar de que la empresa concesionaria del servicio, Castillo, no cumple el pliego de prescripciones técnicas, en cuanto a la renovación de la flota, así como la eficiencia y calidad en el servicio. Así lo dice el Consejo Económico y Social de la Ciudad de Jaén en su su Dictamen sobre la revisión de las Tarifas del Transporte Público para el año 2014.
A pesar de que la subida se ajusta “a las previsiones reglamentariamente estipuladas” en cuanto a incremento del IPC, y como quiera que el Ayuntamiento cumple con su obligación, el CES local considera que la empresa concesionaria debería hacer lo propio. “Dentro de las obligaciones que se infieren del pliego de condiciones, aprobado por Resolución de Alcaldía de 25 de julio de 2005, se establece la obligación de la concesionaria de adquisición de dos vehículos nuevos por año”. En este sentido, el dictamen del CES local insta a la empresa a que cumpla con sus obligaciones.
De este modo recuerda que Castillo ha puesto en funcionamiento en los últimos cuatro ejercicios un total de seis autobuses (1495GZY; 2158 HCM; 0048 HKP; 0062 HKP; 0439 HRD y 2400 HSS), cuando su obligación contractual era de ocho. Por tanto, el órgano consultivo local pide al Ayuntamiento de Jaén “un análisis exhaustivo del pliego de condiciones y el fiel cumplimiento de éste por parte de la concesionaria en lo concerniente a la adquisición anual de nuevos vehículos”. Además, en la documentación recibida, no se habla de renovación de vehículos tampoco para el próximo año.
Mejoras
Por todo ello, en el dictamen el CES vuelve a reclamar la implantación en la ciudad de un billete único con “tarifa plana” para el transporte público urbano. Además solicita que se elimienen los vehículos articulados, “al implicar un problema tanto para el tráfico rodado como para la frecuencia y calidad del servicio”. También pide que se sigan implantando paneles informativos de alta tecnología, así como aplicaciones informáticas o de telefonía móvil.
También lamenta que se eliminen líneas “por argumentos economicistas, que no tienen cabida en un servicio público”.
Pide un estudio en profundidad de la líneas vigentes, que no se adaptan a las necesidades y crecimiento de la ciudad y, por último, advierte de la disfunción en la aplicación o uso del bonobús de estudiante sólo durante el curso escolar y de lunes a viernes, algo que no viene recogido en el pliego.