El tiempo en: Benalmádena
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Jaén

Las cuentas pendientes entre Reyes y De Moya

Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai

Quiero que te pongas en sus pellejos. Los de los jefes de filas del PSOE y el PP en Jaén. Entiéndelos. Inténtalo al menos. Sometidos, a diario, a presiones y urgencias inimaginables en simples mortales como tú y yo. Que los disculpen es un ejercicio cívico de corresponsabilidad correligionaria, hoy en día, para miles de jienenses, que se alinean –sin tapujos- con uno de los dos grandes. Madrid-Barça. La tensión se palpa. No las tienen todas consigo. Paco Reyes y Fernández de Moya se enfrentaron, en público y en privado, el pasado jueves, en el marco del  encuentro, en Jaén, en Subdelegación, del Consejo Provincial del Aceite con Carlos Cabanas, el director general de Producciones y Mercados Agrarios del Ministerio que dirige Arias Cañete. Tras el logro/chasco/chusco reparto final de las ayudas de la PAC, en la Conferencia Sectorial del 21 y 22 de enero, el discurso de unos y otros disiente en lo sustancial: la pasta, el montante, contante y sonante, que vendrá a la provincia, al campo y la ganadería  jienenses, en el transcurso del próximo sexenio europeo. ¡Con lo fácil que sería dejar que juzgue fríamente la calculadora!
Como quiera que Reyes quiso poner todo el énfasis en la cuantificación material de las pérdidas, De Moya terció, capoteando, como buen subalterno,  interrumpiendo su encendido alegato y acusándole de mitinero y demagogo. En el cara a cara posterior, inevitable, a solas, el líder socialista, en la corta distancia, atacaba con el índice la pretendida imperturbabilidad de su antagonista del PP. Antes, en la fase del mutuo reproche, salieron a relucir las formas que ambos estilan cuando presiden los plenos de la Diputación y del Ayuntamiento de Jaén, respectivamente. Pero, en el umbral de la sala donde Cabanas procuró mostrar a Jaén la nueva PAC en modo ‘botella –virgen extra- medio llena’, el índice de Paco en el torso de José Enrique alegorizaba las ganas contenidas que se tienen ambos por tanto desencuentro repetido: el último retruécano en torno a la Dependencia o el Conservatorio. Los colores, que se iban y se venían del rostro del alcalde, sobrellevando en el cuerpo a cuerpo dialéctico, cuasi epidérmico, las arremetidas de su homólogo orgánico del PSOE, al grito de “¡A mí no me calla nadie!”.


Las primeras prospecciones preelectorales denotan tal desgana en relación a los comicios europeos del 25 de mayo que solo los analistas más optimistas elevan la participación por encima del 40 por ciento. Los dos grandes, ciertamente, preocupados por la irrupción inopinada de equipos revelación, tipo Atlético de Madrid, IU o UPyD, que pervertirían/socavarían  la fe en el bipartidismo profesional  y la alternancia civilizada. Los dos grandes están nerviosos y se les nota. Por ello un enconamiento como el de la Subdelegación, entre Paco Reyes y Fernández de Moya, se veía venir ahora que toca calentar motores.“Que se presente aquí, en las municipales de la ciudad de Jaén”, retaba, días pasados, José Enrique a Paco. Pero ya sabemos que uno y otro tienen otros planes.


De Moya, por descontado, en Sevilla. Cospedal retornó a Génova sin el consenso de los barones respecto al nuevo líder andaluz del PP. El dedazo que pretendía forzar a favor de José Luis Sanz se topa inmediatamente con la oposición matizada de Arenas Bocanegra, Teófila Martínez y Elías Bendodo. Arenas suma a Málaga y Cádiz en su rechazo al alcalde de Tomares. Congreso extraordinario del PP-A, 1 y 2 de marzo. Los misterios del dedazo. El dedo corazón de Arenas. Zoido habla de injerencias y se niega a abrazar a Arenas. José Enrique se persigna. No es verdad que cualquier candidato a la presidencia del PP-A se lo llevaría de segundo de abordo a la sede regional de San Fernando. Puche, su mentor, en momentos difíciles como este, le reitera respaldo y consejos. Más de veinte años después, Gabino asistiría a la erradicación del influjo Arenas del PP de Andalucía. Venganza fría, en vaso de plástico. Reyes, por su parte, todavía está camino de alcanzar el equilibrio perfecto en su relación con el susanismo imperante. La apertura de otras posibles vías de comunicación directas con San Telmo, desde Jaén, no controladas por Hurtado, obviamente, le soliviantan. No son comparables sus estados de ansiedad, pero dan idea de lo mucho que se juegan, hoy por hoy, los líderes provinciales de PSOE y PP. La consolidación o refrendo y el salto o la patada hacia arriba. Ponte un instante en sus pellejos. Y disfruta de los golpes bajos y los chutes de adrenalina.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN