El Ayuntamiento de Lepe y los propietarios de las trece viviendas afectadas por un derrumbe en 1998 han llegado a un acuerdo para que el consistorio sufrague los gastos de derribo de las ruinas, de modo que se limpie el solar y se proceda a la reconstrucción de las casas.
Así lo ha explicado a Efe el alcalde lepero, Juan Manuel González (PP), que se ha congratulado de que hayan cerrado las negociaciones tras varios años, ya que los afectados cuentan con una sentencia firme hace más de tres años que condena a la empresa promotora a la reconstrucción.
González ha aclarado, no obstante, que se está pendiente de un informe para conocer el estado de las casas que siguen en pie, y para ello se hará un informe policial, que determine que las casas están desocupadas, ya que 11 casas, aunque en ruinas, siguen en pie.
La sentencia obligaba a los propietarios de las casas a sufragar la demolición, y poner el terreno a disposición de la promotora para la reconstrucción, aunque Juan Manuel González ha aclarado que el Ayuntamiento procederá a la demolición para "repercutirlo posteriormente" en los propietarios.
Así, se ha congratulado de un acuerdo que permitirá que se inicie el final de un caso que el próximo agosto cumplirá 16 años, sin que las viviendas hayan sido reconstruidas aún.
En diciembre del 2011 el Tribunal Supremo ratificó una sentencia del juzgado de Primera Instancia a Instrucción número 1 de Ayamonte, que condenó a la promotora por el derrumbe de las trece viviendas en la localidad de Lepe, así como a pagar 350.000 euros a sus propietarios en concepto de daños morales.
La sentencia resuelve así la liquidación de los daños morales que pedían los afectados, y cierra el proceso del derrumbe que se produjo el 18 de agosto de 1998 y Serra ha relatado que "a la hora de comer escuchamos un ruido como si alguien arrastrase muebles, y tres horas después nos habíamos salvado por los pelos".
De hecho, el suceso ocurrió un día después de terminar las fiestas de agosto de la localidad, y la calle El Peral, donde estaban las viviendas, está junto al recinto ferial, por lo que según Serra "si esto pasa de noche, la música del recinto no nos hubiese dejado escuchar el ruido, y podría haberse producido una desgracia".
