No están solos. El colectivo de extrabajadores de Delphi que aún están pendientes de “una salida digna” del conflicto laboral que se inició en 2007 tras el cierre de la factoría automovilística, recibe cada vez más muestras de solidaridad de la sociedad gaditana gracias en parte al encierro que protagonizan desde hace más de cien días en el edificio de los sindicatos de Cádiz.
A nadie se le escapa que la situación personal de muchos de estos seiscientos extrabajadores de Delphi llega muchas veces a la desesperación más absoluta. Hay familias que sobreviven con la ayuda familiar de 426 euros, algunos no cuentan ni con esta prestación. Muchos de ellos han dejado constancia en este medio de su odisea de neveras vacías, impagos, problemas psicológicos, depresiones, familias rotas, culpando de ello a la Junta de Andalucía que no ha sido capaz de cumplir con el protocolo firmado en su día. Más de siete años después, muchos de estos extrabajadores están al borde de la miseria más absoluta, dependiendo de familiares, amigos, excompañeros de Delphi (sobre todo prejubilados) y colectivos sociales incluso para poder poner comida sobre la mesa.
Por eso esta semana nos hemos acercado para conocer la extraordinaria labor que desarrolla la Asociación Peris, colectivo vinculado al Sindicato Unificado de Policías (SUP), para con este colectivo. Desde hace un tiempo, esta asociación está echando una mano dentro de sus posibilidades para hacer más llevadera esta situación a los extrabajadores de Delphi.
En este aspecto, la Asociación Peris, en colaboración con el SUP, ha creado un plan de emergencia para “las familias que lo han perdido todo, familias que ya no pueden sacar a sus hijos adelante”, por eso “estamos también trabajando para apoyar y ayudar a las familias más desfavorecidas del colectivo de extrabajadores de Delphi”.
Lo mejor de Peris es que “no prometemos, actuamos y trabajamos con las familias”, sobre todo en facilitar información, asesoramiento e investigación a aquellas personas que más necesitan ayuda para no caer en la pobreza y la exclusión social.
Los miembros de este colectivo, con Blanca Barrosa a la cabeza, acompañada por María del Mar Germán, Ana Lagostena Fernández y Lourdes Fierro Martín, llevan a cabo, entre otras labores, charlas informativas con el colectivo de extrabajadores sobre la bajada de la potencia de la luz, ahorro en el consumo de agua, sobre las ayudas disponibles para familiares mayores de 45 años y que no hayan cotizado, cuestiones de discapacidad, ley de dependencia, información sobre el Banco de Alimentos y los trabajadores sociales, así como también información financiera relativa a las hipotecas como la posibilidad de eliminar la cláusula suelo, si es que la tuviera. También cuentan con una bolsa de trabajo para los hijos de este colectivo, al tiempo que “recogemos sus currículum, pues aunque la cuestión laboral está muy mal, es mejor que tenerlo en casa”.
“Al ser muy grande este colectivo realizamos varias charlas para que todos conozcan cómo les podemos ayudar”, señala Blanca Barrosa, además “hemos elaborado unas fichas de cada extrabajador para así poder realizar una atención individualizada y saber qué problemas tiene cada uno y cómo se podría solucionar”.
La asociación Peris se creó en el año 2.002, concretamente en febrero de ese año. Por aquel entonces, Blanca Barroso trabajaba en los barrios más conflictivos y problemáticos de Cádiz en temas como ayuda a drogodependientes, ayuda a domicilio, etc… “y entonces”, recuerda Barroso, “me ‘rescató’ la Policía Nacional, concretamente el Sindicato Unificado de Policía, SUP”.
Fue entonces cuando acordaron crear la Asociación Peris, Proyecto Educativo Recreativo de Iniciativa Social, para ayudar a los más necesitados, “a personas muy, muy necesitadas de la calle, con problemas muy diversos y muy graves”. Es una asociación formada por policías y familiares de policías.