La cuenta atrás para el nombramiento del nuevo director deportivo del Betis ya está en marcha. Este miércoles, el consejo de administración de la entidad verdiblanca estuvo reunido durante la tarde en las oficinas del Benito Villamarín, barajó un reducido abanico de posibilidades para poder tomar la decisión definitiva y así, poder anunciarlo cuanto antes. Si en días o en horas, es algo que no se tiene claro todavía.
Y es que en la planta noble del club de Heliópolis se han dado cuenta (aunque tarde), de la paupérrima imagen que se ha estado proyectando hacia el exterior de cara a la planificación deportiva y la confección de una plantilla, obligada a conseguir por lo civil o por lo criminal, el ascenso a la máxima categoría del fútbol español.
La lista es corta y encima de la mesa se barajaron los candidatos ya conocidos más alguno que otro tapado, que no se han manejado en las quinielas públicamente pero que podría tener posibilidades en caso de que finalmente, la directiva verdiblanca no se decidiera por una cara conocida por el beticismo.
Encabezando la lista, parece situarse Julio Cardeñosa; y más aún, cuando las últimas informaciones apuntaban la probable petición del exjugador del equipo de las trece barras a su empresa, de una excedencia laboral, a meses de acogerse a su jubilación.
La candidatura de Antonio Fernández, a quien este martes daban muchos por favorito, ha sido desplazada de la primera posición; pues en el Betis consideran que todavía aguardan en su interior ciertas ascuas de su pasado sevillista en compañía de la figura de Monchi.
Relegado a la última de las opciones queda Serra Ferrer, pese a los continuos intentos del balear de volver a retomar las negociaciones para su llegada a La Palmera.
No hay que descartar tampoco la alternativa de que sea el propio Alexis Trujillo el elegido para comandar la secretaría técnica en toda su plenitud y extensión.
La reunión del consejo de administración en club bético, que arrancó a las 18.00 horas, y dio por terminada sobre las 20.30 horas, acabó eso sí sin un nombre apoyado de manera unánime. A esa hora, abandonaban el Benito Villamarín Domínguez Platas y Rafael Gordillo, camino ambos de la Peña Bética de Tocina. Con ellos, el actual administrador judicial, Francisco Estepa, partió hacia su Córdoba natal con todo por decidir.
