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Sevilla

Dos escenas del tardo franquismo sevillano

Durante los sesenta y gran parte de los setenta, numerosas barriadas estaban sin pavimentar y carecían de servicios básicos

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  • Escena de posguerra -

Joaquín Sánchez Arriaza tuvo el acierto de captar con su cámara uno de los documentos gráficos más expresivos del tardo franquismo sevillano, cuando comenzaron las protestas públicas de grupos de vecinos de las barriadas marginadas. Los residentes en la avenida de San Juan de la Salle, hartos de ser marginados por las autoridades municipales, y reprimidas sus protestas por la Policía Armada, decidieron “pescar en los charcos” que se formaban cuando llovía por falta de adecuada pavimentación. Una forma imaginativa de expresar el rechazo público a las autoridades.

Durante los años sesenta y gran parte de los setenta, numerosas barriadas estaban sin pavimentar, y carecían además de las más elementales infraestructuras y servicios, como escuelas, alumbrado, transportes, vigilancia, zonas verdes... En bastantes casos tampoco disponían de agua potables. Los periódicos comenzaron a informar de los problemas municipales, mientras los nacionales estaban prácticamente silenciados como consecuencia de la censura previa y las consignas. Asimismo, las emisoras de radio sólo podían emitir noticiarios locales, y estaban obligadas a conectar con los “partes” oficiales de Radio Nacional de España.

Con la Ley de Prensa de Manuel Fraga, mediado los años sesenta, se abrieron tímidamente algunas puertas informativas que habían estado cerradas a cal y canto desde el término de la guerra civil hasta el Plan de Estabilización de 1959, y la llegada de la comisión del Banco Mundial en 1962. Entonces comenzaron a organizarse grupos de ciudadanos que años después se convirtieron en las primeras Asociaciones de Vecinos, sobre todo en el Polígono de San Pablo, donde el socialista Manuel Fernández Floranes fundó la primera el 7 de octubre de 1970.

La única fotografía que existe de los últimos tiempos de la fuente de la Huerta del Pilar, fue hecha por el historiador Joaquín González Moreno en octubre de 1957.  Esta fuente pública estaba  cerca de la clínica de Santa Isabel, mediada la calle Luis Montoto,  en la acera de los pares, frente a la casa número 96, y abastecía a gran parte de los residentes en las zonas de La Calzada y Huerta del Rey, que no tuvieron agua potable en sus domicilios hasta bien entrado el siglo XX. La fuente pertenecía a la antigua Huerta del Pilar, y fue la última en ser derribada a mediado de los años cincuenta.

González Moreno no sólo captó los últimos días de la fuente, y su posterior derribo, sino que siendo sensible a los detalles costumbristas, esperó la oportunidad para recoger en la instantánea el momento en que algunos cabreros llevaban a sus rebaños a beber a la fuente, lo que sucedía tanto a la salida matinal hacia el cercano campo, como al regreso de pastar al final de la tarde.

Julio Domínguez Arjona, un estudioso apasionado de temas sevillanos, y vecino de la calle Luis Montoto desde su infancia, nos dice que las cabras que aparecen en la foto no pertenecían a  cabreros profesionales de la zona,  sino a don Luis Alpresa, cura párroco de San Benito, hombre singular, que tenía su pequeña piara y por las mañanas y tardes mandaba al monaguillo a pastorearlas por el Campo de los Mártires y después a abrevar en el Pilar. Las cabras se encerraban en un patio trasero anexo al templo parroquial.

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