El pasado 8 de julio, el sindicato CSIF denunció a través de un comunicado que en las Urgencias del Hospital Juan Ramón Jiménez se estaban sufriendo esperas de más de 30 horas para ingresar a los pacientes, algo motivado por la ya tradicional reducción de camas en periodo estival.
Dos días después, la consejera de Salud, María José Sánchez Rubio, defendía que esta reducción de camas respondía al “cambio de pautas facultativas y de hábitos de pacientes”, pero que “si hacen falta, se ponen a disposición de los usuarios”; y respecto a la denuncia de CSIF aseguró que las largas esperas se debieron a “un pico, una situación determinada” resuelta “inmediatamente” y que la atención a los pacientes se había “normalizado”.
Pues bien, no queda claro a qué se refirió la consejera cuando dijo “si hacen falta...”, ya que ese “pico” y “situación determinada” se ha vuelto a repetir entre este martes y este miércoles en el Juan Ramón Jiménez, donde ha habido pacientes que han esperado más de 24 horas en la unidad de Urgencias para poder ser ingresados. Viva Huelva ha conocido de primera mano el caso de una mujer de 90 años, que en la tarde de este martes comenzó a sentirse mal, acudió a las Urgencias del Manuel Lois, desde donde la derivaron a las Urgencias del Juan Ramón. Allí llegó poco después de las diez de la noche. En consulta, tras las pruebas pertinentes, le diagnosticaron que estaba sufriendo un ictus, por suerte de carácter leve, y la derivaron, a espera de camas, a la Unidad de Cuidados Mínimos. Su cama llegó a las 17.30 horas de este miércoles. Sólo 19,5 horas después.
La hija de la afectada relata a este periódico que las condiciones para una mujer de edad prolongada como su madre no eran las más idóneas: “Todo el tiempo ha estado entre una camilla, que por cierto estaba rota, y un butacón”. Ante esto, y aunque felizmente en proceso de recuperación del susto, asegura que su madre “está más cansada por cómo ha tenido que pasar todo este tiempo que por lo que le ha pasado”.
La hija ha querido dejar claro que “el gran problema es la falta de recursos materiales, porque el trato personal no ha podido ser mejor”.
Por otra parte, Viva Huelva ha podido saber que una mujer de mediana edad llegó a Urgencias sobre las cuatro de la tarde del martes con un cólico nefrítico, y estuvo esperando hasta pasadas las cuatro de la tarde de este miércoles para ingresar.
Y como ellas, todos los pacientes (nunca mejor dicho) que esperaban en Urgencias, ya que la Unidad de Cuidados Mínimos y la de Observación estaban repletas ante la falta de camas, lo que provocó que, a su vez, muchos tuvieran que esperar su turno en los pasillos.
En fin, otro pico, otro caso puntual, otra nueva estampa de colapso en los veranos de saturación del Hospital Juan Ramón Jiménez.
