El teniente alcalde de Hacienda, Gestión y Administración Pública del Ayuntamiento de Córdoba, José María Bellido, y la concejal de Movilidad, Ana Tamayo, han aclarado este miércoles al edil del PSOE Emilio Aumente que es "rotundamente falso" que se pongan más multas de tráfico en este momento, ni que desde Hacienda se quiera recaudar más, ni siquiera "pensar en cuadrar las cuentas" con la recaudación, que se acerca a los cuatro millones de euros al año.
En una rueda de prensa, Bellido ha acusado a Aumente de querer "generar una mentira, una leyenda urbana sobre el afán recaudatorio del Ayuntamiento, como si se estuvieran poniendo o cobrando más multas que nunca", algo que niega, para lo cual detalla que en el primer semestre del año 2011, con el gobierno del PSOE e IU, se recaudaron por sanciones de tráfico 1,714 millones de euros, mientras que en 2014 han sido 1,705 millones de euros, "ligeramente inferior al anterior gobierno", apostilla.
En este sentido, recuerda que en 2012 la recaudación "bajó bastante" en comparación con 2011, pero en 2013 y 2014 "se ha normalizado" y la cifra es "similar" a años atrás, de ahí que defienda la política de movilidad y tráfico al ser "ejemplar", de manera que "al que incumple hay que sancionarlo, pero se hace exactamente igual que hasta ahora y como en otras ciudades de España", recalca.
Mientras, Tamayo le ha advertido a Aumente que "hay unas líneas rojas y límites que jamás se deben cruzar", y ante ello ha explicado la gestión "responsable" del tráfico en la ciudad, que es "necesaria y de sentido común, como así lo pedía la Junta", teniendo en cuenta las declaraciones de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el caso histórico, donde "el tráfico había que restringirlo".
Al respecto, critica que en el anterior gobierno "fueron incapaces de restringir el tráfico", de modo que la situación que se encontró el actual gobierno fueron "pilonas en zonas restringidas, que generaban mucha siniestralidad en los coches y para las arcas del Ayuntamiento en concepto de responsabilidad patrimonial", además de que "generaban quejas y muchos fallos".
Ante ello, se sustituyeron "poco a poco" por las cámaras de lectura de matrícula, porque era "el compromiso del equipo de gobierno", y sobre dicho proceso se dio la correspondiente publicidad, con "múltiples" reuniones con asociaciones de vecinos y se repartieron folletos, entre otras acciones.
Además, subraya que "se señalizó lo máximo posible el casco histórico", por tanto "se ha cumplido la responsabilidad de tomar decisiones y de la mejor manera posible", a lo que añade que "es muy difícil señalizar y publicitar más la restricción del casco histórico".
Por todo ello, aconseja a Aumente que "no se puede mentir ni ser ignorante", de modo que, a su juicio, "entre sus paseos debería estudiar un poco más y saber que el proceso que se siguió para determinar las zonas con las calles es perfectamente legal y es el que se tenía que haber hecho conforme a legislación aprobada".
En definitiva, Tamayo cree que sus declaraciones "lamentables" son "una temeridad" al "animar a declarar la nulidad de las sanciones y al incumplimiento", cuando "hace tan solo un año", según ha recordado, Aumente exigía la retirada de las pilonas y que los incidentes generaban una imagen lamentable de la ciudad para los turistas, cuando "ellos fueron quienes pusieron las pilonas y exigieron que se quitaran", apostilla la edil.
