En pleno centro de El Puerto, a las puertas de la Plaza de Abastos y con el cartel de “no hay billetes”, encontramos a Vicente Sordo “capeando” con su cuadrilla una nueva mañana de agosto. Entre café y café, con una sonrisa va saliendo al paso de nuestro interrogatorio. Una cosa nos quedó clara, ‘Papá’ siempre presente...
Siempre dedicado a la hostelería, aunque sabemos que la cultura te tira bastante...
-Siempre con papá. Si yo hubiera estudiado, ahora no estaría aquí. Continué la tradición familiar. Ahora eso sí, soy un lector empedernido.
¿Cuándo se funda el Bar Vicente?
-El Bar Vicente se funda en los años 50, antes era “Los dos Pepes”.
Primero con tu padre, ahora con los niños...
-Cuando mi padre fallece, allá por mayo de 2012, yo abdiqué en “Tito”, mi hijo. Mi otro hijo, Iván se ha enganchado al carro. Si antes trabajar con papá era increíble, ahora, trabajar con mis hijos es lo mejor que me puede pasar. Luchamos por mantener la tradición familiar
Dicen que lo fácil es llegar, que lo chungo es mantenerse…
-En la vida no hay nada fácil, curramos día a día, como nos ha enseñado el abuelo.
Entonces, ¿cómo va el verano? ¿Buena pesca? -Viento en popa.
-El centro, la Plaza, tú que has “mamao” tanto Puerto, ¿qué le pasa al centro?
-Buena pregunta, Joaquín, me lo cuestiono todos los días y aún así, al salir el sol, a currar que es lo nuestro.
Cada cual a su labor y sus funciones, sin entrar en cuestiones negativas, El Puerto para ti…
-Esta es fácil: El Puerto... es el cielo.
¿A qué convidarías en tu bar? Mejor que tú no lo conoce nadie, ¿Cuál es el secreto? -La clave te la doy en este papelito: [ATENCIÓN, SERVICIO Y TRATO].
