El Eibar, debutante en la máxima categoría, no quiso dejar pasar más tiempo y sumó su primera victoria lejos de Ipurúa a costa del Elche (0-2), al que asestó un duro golpe con los tantos de Dani García y Raúl Albentosa en el primer periodo.
El Eibar fue mejor ante un Elche que siempre fue a remolque, aunque, en la segunda mitad, pudo acortar diferencias, pero le faltó mordiente.
El partido no pudo arrancar peor para los intereses de los locales, ya que Dani García, a los dos minutos, disparó desde la frontal del área y batió a Tyton de forma irremisible.
El conjunto eibarrés, que había dado una gran imagen en la victoria ante la Real Sociedad e incluso el la derrota frente al Atlético de Madrid en las dos primeras jornadas de Liga, supieron mostrar una gran solidez defensiva y una presión sobre el cuadro local que no supo como superarla.
Cuando Eibar se iba arriba siempre llegaba con peligro a la portería del Elche, que pasaba muchos apuros en las jugadas de estrategia, como en el minuto 16 en un remate de Arruabarrena que se fue a córner.
Los locales, pese a ello, pudieron igualar en el minuto 25, tras una triangulación entre Coro, Rodrigues y Jonathas, que no terminó en empate por falta de puntería, porque todo pintaba a favor del Elche. En el 27 el Elche reclamó penalti de Albentosa a Jonathas, y en el 35 Irureta resolvió con apuros tras un córner.
El Eibar demostró su eficacia antes del descanso (m.41) con la segunda diana, obra del exilicitano Raúl Albentosa, quien cabeceó un saque de esquina al fondo de la portería local, con la defensa totalmente descolocada.
Fran Escribá lo vio claro y en el descanso dio entrada a Cristian Herrera, quien, en su primera intervención (m.47), tuvo la opción de acortar didiferencias, pero tras superar a su par remató ligeramente alto.
Los ilicitanos se adueñaron del balón, pero sus acometidas no tenían el fruto deseado porque el Eibar estaba muy atrás y serio en defensa y no dejaba huecos por los que entrar.
El Elche jugaba más con el corazón que con la cabeza y su ansiedad era tal que sus jugadores estaban cegados ante un Eibar que marcaba el ritmo del partido.
Los de Fran Escribá, en un contragolpe volvieron a plantarse ante el portero eibarrés, pero Cristian Herrera no acertó lo más fácil, después de irse de su marcador, y terminó perdiendo un balón con el que pudo hacer algo más.
Los últimos minutos fueron de total acoso ilicitano, pero el Eibar no paso apuros en ningún momento, aunque Irureta tuvo que emplearse a fondo en un remate de Faiçal para mandar a córner.
